Feria del Ajo de Santa Marina del Rey
La esencia de las ristras continúa pese a todo
La villa centrará este año su popular cita en pequeños actos para los vecinos
La Feria del Ajo de Santa Marina del Rey no se celebrará este año como es habitual para poner freno al Covid, pero el espíritu de feria, fiesta y romería de este centenario encuentro continuará entre los vecinos de la villa, que han condensado el programa, para respetar las medidas sanitarias y con el objetivo de ambientar estos días de fiesta, con un pasacalles a las 12.00 horas de hoy a cargo de la Banda Sones del Órbigo, que dará paso a la celebración de la misa en la iglesia parroquial, conocida como catedral de la ribera, a las 13.00 horas en honor a la patrona, Santa Marina, con la participación del Coro de Jóvenes de la localidad. Mañana, día de Santa Marinica, como lo llaman los santamarinenses, la misa será a las 13.00 horas.
El 18 de julio es una fecha señalada para Santa Marina del Rey, cuando año tras año, desde la Edad Media, las ristras de ajos inundan los puestos para captar la atención de los miles de visitantes que se acercan para llenar su despensa de un producto de máxima calidad. Poco a poco este encuentro se ha ido ampliando y diversificando, no sólo en relación a la feria, también en todas las actividades que se organizan en torno a él. No en vano, Santa Marina del Rey cuenta con grandes atractivos sobre todo, para disfrutar en verano.
Popular por su coto de pesca, de los mejores de España en la captura de salmónidos, Santa Marina del Rey ofrece al visitante una fresca zona de ocio en la vereda del Órbigo, un espacio ideal para relajarse y disfrutar del entorno en los días veraniegos. La villa cuenta con numerosos establecimientos en los que disfrutar del ambiente de este pueblo ribereño, a los que se puede acudir después de refrescarse o de recorrer sus calles cargadas también de historia. Uno de los símbolos de Santa Marina es su torre del reloj, que destaca entre las casas bajas desde el siglo XVI y que aún conserva su maquinaria original, marcando el paso de las horas de este histórico pueblo, que surgió de la fusión de tres barrios: San Lázaro, Santa Lucía y San Pelayo, en 1157, que ya entonces tenían fama por la calidad de los productos que se cultivaban en sus tierras, principalmente hortalizas y legumbres.
El alcalde, Francisco Javier Álvarez, anima para que este verano, atípico por la pandemia del Covid-19, se visite el municipio, conozcan tanto sus riquezas culturales como naturales y disfruten de las gastronómicas en los locales de comercio y hostelería, donde serán bienvenidos, respetando en todo momento las recomendaciones sanitarias. «Es un verano para redescubrir los encantos de los pueblos, de sus gentes y disfrutar de sus atractivos culinarios», dice el alcalde. Santa Marina del Rey es ahora uno de los pueblos más destacados de los que nutren la ribera del Órbigo. Un lugar en el que destacan la iniciativa de sus gentes, así como su carácter afable y entregado, algo que no pasa desapercibido cuando cada mes de julio reciben a todos los visitantes que se dan cita para asistir a la feria a comprar los ajos, a sus conciertos, al curso internacional de Órgano Ibérico o a sus campeonatos de pesca. La riqueza se extiende a todas las pedanías que componen este municipio, San Martín del Camino, Sardonedo, Villamor de Órbigo y Villavante, que también forman parte del Camino de Santiago o son ya populares por su arraigada tradición campanera.