Mañueco promete estar «vigilante» ante los macroproyectos eólicos

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha asegurado este martes que la Junta estará «vigilante» ante el Gobierno de cara a los proyectos industriales de energías renovables que está previsto que se implanten en la montaña leonesa.

Preguntado por este tema en la sesión plenaria de las Cortes por el procurador de UPL, Luis Mariano Santos, el presidente de la Junta recordó que quien tramita proyectos de esas características es el Gobierno central y que los procedimientos de implantación son «rigurosos».

«El cierre de minas y térmicas ha sido precipitado y más por cuestiones ideológicas que técnicas», ha reprochado el presidente, como ya hizo cuando el Gobierno tomó esta decisión, y ha defendido que la institución que se mostró de lado de las minas y las plantas térmicas fue la Junta de Castilla y León. El presidente criticó que se ha hecho «sin ningún tipo de transición ni alternativa para los trabajadores y las familias» y apostó por impulsar la transición energética justa, por las energías renovables y porque Castilla y León sirva de ejemplo en Europa, y enumeró como los tres principales criterios a seguir con los grandes proyectos el respeto a la legalidad vigente, el seguimiento de la doctrina jurisprudencial y que se asegure la sostenibilidad.

En este sentido, avisó que vigilarán la labor del Gobierno de cara a obtener «máxima exigencia, máximo rigor» y que se cumplan los criterios mencionados.

También señaló que la Junta apuesta por la energía renovable como «fuente de riqueza y de empleo, que garantiza el asentamiento de la población en el mundo rural», aunque apuntó que los proyectos deben ser compatibles con otros sectores como el agroalimentario o el del turismo para «hacer sostenible al medio rural». Mañueco puso como ejemplo a seguir la central eléctrica con biomasa de Cubillos del Sil, que ha supuesto «generación de empleo, actividad económica y dinamización de otras zonas que llevan allí su producción».

Por su parte, el procurador de UPL lamentó el efecto «devastador» de algunos proyectos en la montaña leonesa y rechazó que se cree más empleo que el de la propia construcción de las plantas.

Santos remarcó que «por desgracia ya somos expertos en esas relaciones parasitarias de las grandes compañías eléctricas con domicilios sociales en lugares lejanos, dejando el valor añadido en otras tierras». «Ya no nos fiamos, primero permitimos anegar nuestros pueblos en la montaña leonesa para buscar potenciar la industria hidroeléctrica con un gran coste social, asumimos carbonizar y devastar nuestras montañas con la energía fósil y el impacto mediambiental que ello conlleva para años después finiquitar un modo de vida sin una alternativa de empleo a cambio, generando riqueza solo a las empresas que se enriquecieron con el esfuerzo de nuestros mineros», añadió.

El leonesista señaló que «no podemos admitir que se planteen inmensos macroparques en las montañas de León, como los previstos en la Cabrera y en la Montaña Central 82 molinos en Truchas, Encinedo y Castrillo o Benuza, los de Montaña Central en la Robla, Pola o Carrocera, Carmenes, Matallana, Valdelugueros y Valdepielago».

«No queremos seguir devastando nuestra montaña ni podemos permitir que se siga engañando a la gente, porque quien se beneficia de este nuevo sacrificio posiblemente sea un país desnortado sin nadie al volante cuando se habla de política energética y las grandes corporaciones», remachó