La Junta realizará ensayos sobre la viabilidad de las zonas afectadas por el incendio de 2012

En la difícil tarea de llevar a cabo actuaciones de regeneración tras el incendio de Castrocontrigo en 2012 que afectó a una superficie total de 11.724 hectáreas de montes de los términos municipales de Castrocontrigo, Luyego, Quintana y Congosto, Destriana y Castrillo de la Valduerna —de las cuales el 90% eran arboladas y el resto matorral y pastos fundamentalmente— se encuentra aún inmersa la Junta de Castilla y León ocho años del trágico suceso que produjo enormes pérdidas medioambientales.

Cabe recordar que del total de superficie calcinada, 8.153 hectáreas (el 69,5 %) corresponden a montes de utilidad pública; por lo que la Junta es la principal responsable de llevar a cabo actuaciones para la recuperación de los montes. No obstante, defiende que «las intervenciones de clareo previstas sobre las zonas regeneradas deben esperar aún a que la mayor parte de la masa regenerada alcance un desarrollo adecuado para llevarlos a cabo, cuestión que ocurrirá seguramente a lo largo de los próximos años».

Para ello, desde la Consejería de Medio Ambiente afirman que actualmente se encuentran pendientes de contratación una serie de actuaciones encaminadas a reactivar la movilización de los recursos forestales de la zona mediante el ensayo de diferentes experiencias-piloto para analizar la viabilidad y rentabilidad de diversas actuaciones que se puedan acometer, siendo todas estas actuaciones financiadas con presupuestos de la Junta de Castilla y León procedentes de los Fondos de Mejora de Interés Regional.

Entre las experiencias-piloto, se encuentran: pruebas de experimentación sobre mecanización en clareos sistemáticos en regenerados post-incendio de Castrocontrigo con una inversión de 4.235 euros; el estudio de dichas pruebas de experimentación por un importe de 3.570 euros; y las labores testigo para el estudio de las citas pruebas de experimentación por una cuantía de 5.082 euros.

No obstante, desde la Consejería de Medio Ambiente de la Junta reconocen que estas «modestas» actuaciones en su cuantía económica «son muy importantes para asegurar la reactivación económica de la zona a través de la valorización de los productos forestales, principalmente de la madera procedente de los tratamientos selvícolas necesarios para mejorar las masas forestales futuras de los montes».

Unas inversiones para los trabajos tras el incendio sobre los que la administración autonómica aseguró hace unos días a este periódico que se han cumplido «con creces» sus inversiones comprometidas para paliar los daños en los montes arrasados.

De hecho, según los datos facilitados por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, la inversión total en dichos montes asciende a 7,6 millones de euros a los que hay que sumar los 4,9 millones aportados por la Administración del Estado entre los años 2013 y 2014 —respondiendo así a una carta de los ayuntamientos afectados en la que criticaban a la administración por no invertir desde el incendio ni un sólo euro—. Asimismo, la Junta aseveró que seguirá invirtiendo «hasta que la zona quede totalmente recuperada, apoyando, además, las iniciativas económicas ligadas a la puesta en valor del monte y sus recursos naturales».

Además, la administración sostiene que las zonas para las que se preveía regeneración natural están «prácticamente logradas», aunque la regeneración es «deficiente» en algunas zonas concretas, sobre todo las de mayor pendiente y afloraciones rocosas próximas a las divisorias de cuenca hidrográfica y que se ha completado la totalidad de la plantación de la superficie que se había preparado para ello al estimar que no se iba a regenerar suficientemente de forma natural.