UGT denuncia que gravar el azúcar amenaza a 710 empleos en León

El secretario general de la Sección Sindical Estatal de UGT-FICA Azucarera, Francisco Fernández González, ha mostrado su más absoluto rechazo a la subida del IVA al 21% a las bebidas azucaradas, así como a la campaña llevada a cabo por el Gobierno central contra el consumo de este producto, ya que «ponen una vez más en jaque al sector agroalimentario, remolachero y azucarero, repercutiendo negativamente y destruyendo riqueza, empleo, mundo rural en la ya de por sí castigada España vaciada».

En España hay actualmente cinco fábricas azucareras, cuatro de ellas situadas en Castilla y León, concretamente en Miranda de Ebro (Burgos), Toro (Zamora), La Bañeza (León) todas estas de Azucarera y Acor, en Valladolid. Solo en estas factorías trabajan 1.300 personas, de las que 200 están en la planta bañezana. Por lo que se refiere a los agricultores, en Castilla y León cerca de 1.800 se dedican al cultivo de la remolacha, 510 en la provincia leonesas.

Para UGT todos estos empleos estarían en peligro si prospera este nuevo impuesto que es «meramente recaudatorio, con repercusión directa en el la cesta de la compra de los ciudadanos». Por este motivo, Francisco Fernandez, insta al Ministerio de Consumo a «conocer el sector, sus fábricas y el esfuerzo realizado por las agricultoras y agricultores de este país».

El responsable sindical ha remitido además una carta tanto al presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, como al secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, para que tomen parte en este «nuevo ataque a los intereses comarrciales de la comunidad».

UGT recuerda que en la Unión Europea han cerrado trece Azucareras, cosa que no ha sucedido en España, que a pesar de la actual crisis económica, como consecuencia de la pandemia, ha logrado mantener sus puestos de trabajo. «No es momento para poner en aprietos al sector remolachero y azucarero, con grabes consecuencias para el empleo y el mundo rural», reitera Fernández. Además recuerda que «cuando se cierra una fábrica que genera puestos de trabajo directos e indirectos, acaban con todo el entorno, a modo de ejemplo cito a Veguellina de Órbigo, devastada tras el cierre de la Azucarera».

Por eso exige a todos los grupos políticos con representación parlamentaria que se impliquen en este conflicto, ya que «entendemos que no deben mirar para otro lado, y no permitirán que sus socios de gobierno en la administración nacional, pongan en riesgo este sector». Desde UGT reclaman que se tomen las iniciativas necesarias para «parar este despropósito, tanto en la subida impositiva, como en el descrédito de un producto saludable y con mucha implantación en muchos sectores económicos, industria alimentaria, restauración, etc».