Medio ambiente
El Miteco desoye a las comunidades a favor de la caza del lobo y aboga por su protección
Anuncia la redacción de una estrategia nacional en la que solo se contemplan controles poblacionales por daños reiterados
La carta enviada la semana pasada por los consejeros de Medio Ambiente de Castilla y León, Cantabria, Asturias y Galicia, en la que instaban al Ministerio para Transición Ecológica (Miteco) a desistir en sus planes para unificar la protección del lobo a todo el territorio nacional, no ha logrado convencer a la ministra Teresa Ribera.
Según confirmaron a este periódico fuentes del ministerio, se continua trabajando con vocación de lograr un trato homogéneo, un mejor seguimiento de la población y una gestión coordinada de la especie en el ámbito nacional. Esto significa, según las mismas fuentes, que el ministerio sigue ajustándose al criterio científico, que de manera unánime recomendó su inclusión en el Listado de Especies de Especial Interés, «garantizando así su conservación pero permitiendo la realización de controles por daños reiterados».
Esta decisión implica que en estas cuatro comunidades, y en el caso concreto de norte del Duero de Castilla y León, quedará definitivamente prohibida la caza deportiva del lobo, y sólo se permitirán controles poblacionales de aquellos ejemplares que causen daños de manera reiterada.
Mesa del lobo
El Gobierno la convocará en las próximas semanas para avanzar en la estrategia nacional
El ministerio ha anunciado que «en las próximas semanas se convocará el Grupo de Trabajo sobre la Especie para seguir avanzando en una nueva estrategia sobre el lobo, que recoja todos los aspectos relativos a la gestión de la especie para contribuir a su conservación y a la mejor convivencia con la ganadería extensiva, una actividad de gran importancia en nuestro medio rural».
El anuncio de incluir al lobo en el listado de especies protegidas no ha gustado en estas cuatro comunidades autónomas donde la caza de esta especie forma parte de la oferta cinegética. Consideran que «otorgar al lobo un nivel de protección adicional al que ya tiene en este momento sería una decisión claramente contraria a los intereses de las comunidades al norte del río Duero, que tienen importantes poblaciones de esta especie asentadas en su territorio y, por tanto, son los que sufren las mayores consecuencias en el sector ganadero de los ataques puntuales de estos animales».
Nuevas fórmulas
Los técnicos trabajan para hacer compatible su protección con la perfecta convivencia ganadera
Por eso el ministerio insiste en la necesidad de convocar a la mesa del lobo, en la que estén presentes todos los sectores implicados, para buscar una solución al conflicto histórico de esta especie con el sector ganadero. Lo que desde el Miteco se tiene claro es que la caza no es la solución a este conflicto por lo que encomienda a los expertos la tarea de buscar fórmulas que hagan posible la convivencia entre esta especie y el mundo rural, fórmulas que pasan por estudiar más detenidamente el comportamiento de las mandas para localizar a los ejemplares más conflictivos para su extracción controlada por parte de agentes medio ambientales.
Por su parte, las comunidades defienden que todas ellas cuentan con planes de gestión con los que no sólo se han incrementado las poblaciones, hasta el punto de considerarla estable, sino que se logra reducir los daños causados a la ganadería.
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Editorial | Un marco estable que preserve al lobo también de las constantes polémicas
Redacción