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Cultivos

La Junta acuerda con los regantes de la vega del Tuerto el cierre de la presa de Villagatón

La explotación del embalse se pondrá en marcha en los próximos meses 26 años después de su construcción

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León

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La historia de nunca acabar parece llegar a su fin. O al menos eso parece.

El empeño de los regantes de la vega del Tuerto por tener un futuro mejor para sus cultivos parece dar su fruto tras alcanzar éstos un acuerdo con la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León para cerrar la presa de Villagatón 26 años después de su construcción.

«Si no hay ninguna complicación, esperamos poder cerrar la presa para su explotación en los próximos meses», aseguró a este periódico la directora general de Desarrollo Rural de la Administración autonómica, María González Corral, quien aseveró que «aún no la hemos cerrado pero administrativamente desde la Consejería se lleva trabajando dos años intensamente con la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) y con la Comisaría de Aguas para intentar poner en uso esta presa que es el fin último buscamos ambas administraciones».

En negociaciones

Junta y CHD se encuentran ultimando los trámites para la aprobación de las normas de explotación

Asimismo, el Ayuntamiento de Villagatón-Brañuelas ha puesto también su voluntad en los últimos años para tratar de poner en funcionamiento el embalse, especialmente en la expropiación de los terrenos.

Con la construcción de la presa de Villagatón se pretendía dar agua a 830 hectáreas de cultivo en la vega del Porcos, afluente del río Tuerto, que regula el embalse de Villameca.

Ahora es en la vega del Tuerto donde existe mayor interés por el agua del Porcos, cuyo cierre beneficiaría actualmente a cerca de 300 agricultores de la zona dándoles la posibilidad de implantar nuevos cultivos, pero, sobre todo, pondrían fin al déficit de agua que sufren los agricultores ante la falta de recursos para cubrir las 5.000 hectáreas que abarca ahora el embalse de Villameca con 18,5 hectómetros cúbicos.

Finalizó en el 94

Sin embargo, la realidad de la presa, cuya construcción fue financiada por la Junta de Castilla y León y la Diputación y que costó más de 2,9 millones de euros, finalizó en 1994 y 26 años después no ha cumplido aún su función y, actualmente, los 4 hectómetros cúbicos que puede almacenar se consideran un seguro para acabar con ese déficit de agua, pero también para las modernizaciones de la zona.

«Estas infraestructuras al final lo que hacen es almacenar un bien tan preciado para todos nosotros como es el agua y que es fundamental para esta zona que en épocas de sequía ha tenido déficits importantes para el abastecimiento y para el regadío», resaltó González Corral, a la par que apuntó que «la puesta en funcionamiento de la presa supondría un gran aporte porque el agua redundaría en beneficio de la actividad económica ligada al sector agrario, al desarrollo rural de la zona y favorece esa lucha contra el despoblamiento en el que estamos todos trabajando».

Un cierre de la presa que también vendría a mejorar el abastecimiento de agua de Astorga y sus comarcas; no obstante, la directora general señaló que «el abastecimiento queda fuera de nuestras competencias y recae en otras administraciones como puede ser la CHD o los ayuntamientos.

Mirada al futuro

Cerca de 300 regantes del Tuerto se beneficiarían para implantar nuevos cultivos en la zona

En nuestro caso cuando promovemos presas el fin último es el regadío más allá de otros secundarios que, evidentemente, se ven beneficiados como los caudales ecológicos, la laminación de las avenidas ante lluvias o deshielo o los usos recreativos que pueden venir asociados».

Ante la situación actual provocada por la pandemia, González Corral reconoció que ve «complicado» el cierre de la presa antes de 2021; a lo que matizó: «lo importante es que pueda estar listo para cuando comience la época de deshielo en marzo o abril». Asimismo, remarcó que «más allá de que se dé una solución administrativa, la presa tiene que estar en condiciones óptimas y desde la Consejería llevamos varios proyectos con distintas inversiones para que cuando se decida explotar cumpla con todos los requerimientos». «Ahora dependemos de la CHD y de la Dirección General del Agua para la aprobación de las normas de explotación y del plan de emergencia de la presa que harán viable su puesta en funcionamiento», añadió.