Se ultiman las obras
El Centro de Cría del Urogallo estará listo a principios de año
Valsemana acogerá esquemas de reproducción natural y artificial
Las obras del Centro de Cría del Urogallo en la finca de Valsemana, en La Ercina, que reforzará el programa de conservación de la especie, han entrado en su recta final. Así se puso de manifiesto este jueves durante la reunión telemática del Grupo de Trabajo sobre la situación crítica del urogallo cantábrico, donde se encuentran representadas las comunidades de Castilla y León, Asturias, Cantabria y Galicia y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Además de las diferentes líneas de trabajo existentes sobre la especie en relación con la conservación in situ (seguimientos, censos genéticos y mejora de la supervivencia), se ha informado de los trabajos de este centro que supondrá una mejora sustancial para la conservación de la especie ex situ.
Las obras del centro de cría que, tras varios meses de redacción de proyecto comenzaron en julio de 2020, presentan un avanzado grado de ejecución y está previsto que acaben durante finales de este año 2020 y primeras semanas del próximo año.
Para el diseño del centro de cría se han revisado experiencias tanto públicas como privadas en relación con la cría en cautividad del urogallo, tanto de programas de conservación de las administraciones públicas como de criadores aficionados de toda Europa.
Asimismo, se han definido las instalaciones para abordar la cría en cautividad tanto bajo esquemas reproductivos de reproducción natural como de reproducción artificial mediante técnicas de inseminación artificial e incubación artificial.
En esta materia, se han mostrado también los trabajos acometidos durante 2020 en el centro de cría en cautividad de Sobrescobio (Asturias) y se ha informado de los objetivos de los estudios genómicos que desarrolla Instituto de Biología Evolutiva (IBE-CSIC). El objetivo de estos trabajos es sentar las bases para el futuro programa de conservación ex situ, analizando la salud genética de la población de urogallo cantábrico, así como su afinidad genética con las poblaciones pirenaicas y europeas.
El último censo genético, de 2018, mostró una población estimada de 292 individuos y se ampliará con el análisis de los resultados del censo de 2019.