Los regantes advierten de que no apoyarán nunca el PHD si se ignoran sus propuestas

La Federación de Regantes de la Cuenca del Duero (Ferduero) considera que sus alegaciones al documento del Esquema Provisional de Temas Importantes del Plan Hidrológico de la Parte Española de la Demarcación Hidrográfica del Duero (EPTI) «apenas se han tenido en cuenta», por lo que han presentado un voto particular en contra del informe de la Confederación Hidrográfica del Duero debatido el pasado lunes en el Consejo del Agua. Los regantes advierten de que «de no modificarse los planteamientos contenidos en el Plan recogiendo nuestras propuestas, nuestro voto seguirá siendo negativo en los pasos sucesivos que se den hasta su finalización».

La postura contraria de la federación que aglutina a 138 comunidades de regantes de la cuenca ya fue anunciada desde que el documento salió a consulta pública y ahora se ratifica en una postura que coincide con la de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, así como los de las organizaciones Profesionales agrarias UPA y Asaja, «por lo que la oposición del sector agroganadero es unánime», según matiza Ferduero, que añade que también cuenta con el apoyo de Fenacore, la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España.

En el voto particular, los regantes afirman que el documento «cuenta con un impulso insuficiente a la modernización del regadío, necesario para conseguir un ahorro de agua, una gestión más correcta de la misma y una gestión más sostenible de la actividad agraria».

Además, Ferduero manifiesta su «oposición frontal» a la modificación de los caudales ecológicos «sin un proceso de concertación que lo justifique, así como al establecimiento de caudales máximos en 19 ríos regulados sin analizar previamente las afecciones a los usuarios que dependen de ellos, reconocidas en reiteradas ocasiones en el propio documento». Para los regantes, el establecimiento de caudales ecológicos en ríos no regulados «ha hecho prácticamente inviable la actividad agraria en esas zonas, ya de por sí huérfanas de inversiones por parte de las Administraciones».

Otra de las cuestiones que se abordan en el voto particular es la necesidad de acometer los incrementos de regulación reflejados en el documento de alegaciones al EPTI «con el objetivo de garantizar el recurso a los regadíos existentes y los que están en desarrollo, así como luchar contra los efectos del cambio climático». En este punto, se refieren a la disminución de aportaciones y períodos futuros de clima extremo, combinando sequías severas y prolongadas con épocas de fuertes precipitaciones. «No sería lógico que después de las importantes inversiones que el regadío está haciendo en la mejora de sus explotaciones no tuviera garantizado el recurso dek agua», asegura la federación de regantes, que también expresa su postura contraria a los «incrementos desproporcionados en los costes de poner el recurso a disposición de los usuarios fruto de las propuestas de reformas legales que se proponen al Miterd». «Buena parte de los recursos que se pretenden cargar a los usuarios irían destinados a estudios y aumentos de personal y no precisamente a inversiones reales», considera Ferduero, que matiza que se ha desestimado que estos fondos «procedan de los Presupuestos Generales del Estado a pesar de que está claro que toda la sociedad se beneficia del medio ambiente». En este sentido, añade que «parecen olvidar que los usuarios regantes pagan los cánones y tarifas estipuladas y a la vez los impuestos que les corresponden, que no son precisamente pocos». «Hay que tener en cuenta que en los costes que abonamos al Estado por la construcción y explotación de las infraestructuras de regulación, incluyen el poder tener una disponibilidad de reserva destinada a caudales medioambientales y unos resguardos para evitar avenidas», insiste la federación, que recuerda que en los proyectos y su ejecución «van incluidos los costes de todas las medidas medioambientales exigidas». «Con las modificaciones del régimen económico financiero que pretenden promover, lo que buscan es cambiar las reglas en medio del partido, sin tener en cuenta la afección que pueda tener a la actividad económica derivada del regadío», concluye.