El capítulo mejor rescatado de la historia

A pesar de que la amenaza de tormenta pesó toda la tarde de ayer sobre Hospital de Órbigo -y sobre el resto de la provincia-, el intenso calor ganó la batalla al tiempo y ofreció a los cerca de ocho mil espectadores una apasionante tarde de batalla. Después de la ajetreada tarde-noche de ayer, en la que todos los vecinos de Hospital pasearon por las calles su lado más medieval, la afluencia de público volvió a ser ayer la prueba más fehaciente del interés que despiertan las Justas Medievales. Después del tradicional desfile de damas y de estandartes, comenzaron las batallas libradas tanto a caballo como en tierra y que se saldaron con la victoria final a don Suero de Quiñones, quien recibió la bendición del rey Juan II, ante la acalorada ovación del público, tal y como sucediera en 1434, hace casi seis siglos. Antes de todo esto, el pregón del caballero mantenedor de este año, Alvaro Valentín Mateo -director general de Infraestructuras y Equipamiento de la Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Castilla y León- dio inicio a los actos. En su mensaje, el mantenedor hizo especial hincapié en tres aspectos, -que tildó de indispensables- la recuperación de la tradición, de la amistad y de la solidaridad entre todos. Sobre estos tres pilares se basó el pregón de Alvaro Valentín, quien resaltó admirado la «excelente» organización del evento así como el completo programa de actos. Del mismo modo felicitó a todos por la gran participación tanto de figurantes como de público en las interpretaciones y garantizó su presencia en Hospital en próximas ediciones ya que el trato dispensado por sus habitantes y las todas las atenciones hacia su personas hicieron que se lo pasara «a lo grande», según sus propias palabras, durante su estancia en la localidad. Los actos se cerraron a última hora de la tarde con un concierto medieval y con la actuación del Teatro del Azar.