Los «funcionarios» de Agricultura apoyaron ayer el paro convocado por Uscal
Los veterinarios exigen que se les trate como a los sanitarios
El paro general convocado ayer por el Sindicato de Veterinarios de León (Sivele), perteneciente a la Unión Sanitaria de Castilla y León (Uscal), fue seguido por la gran
El paro general convocado ayer en León continuará mañana en Valladolid, pero el presidente del Sivele, Manuel Martínez, denunció «los abusivos servicios mínimos impuestos por la Junta» que provocó que el 35% de los 75 veterinarios no pudieran apoyarlo. En concreto, la Junta exigió que en las unidades veterinarias donde trabajaban más de cuatro personas se quedaran dos, y en las de dos, una; además de mantener personal en las secciones, incluso en la de Ayudas Agrarias, «que no es un servicio vital para el ganadero». «Con ésto, han pretendido limar el impacto del paro general», indicaba Martínez a la puerta del edificio de usos múltiples de la Delegación Territorial de León. Sin embargo, casi un centenar de personas protestaban ayer a la puerta de la Junta -custodiados sólo por dos coches de la policía nacional y cuatro agentes, muchos menos que los más peligrosos ganaderos de la Coag-, esgrimiendo consignas contra la política del consejero Valín y culpando al secretario general de la Consejería de Agricultura de la «nefasta» situación en la que viven los veterinarios oficiales de la comunidad. El problema subyacente es la falta de sensibilidad de la Junta con sus profesionales oficiales, que en teoría deberían ser los funcionarios del grupo más alto de la función pública. Sin embargo, casi todos son interinos -incluso hay alguno que lleva más de treinta años en esa situación-, la falta de personal es «crónica» -y la de material «increíble»- y cada año que pasa «se multiplica por dos la burocracia -en unas unidades veterinarias obsoletas y, «en muchos casos insalubres», haciendo imposible que se pueda tratar a los ganaderos como debe ser», según Martínez. Años y años de desidia han complicado tanto la situación que han conseguido que los veterinarios hayan salido a la calle a exigir sus derechos. Sobre todo espoleados a la hora de ver cómo los funcionarios sanitarios del traspasado Insalud consiguieron un acuerdo «digno», según el presidente de la Federación de Sindicatos de Veterinarios de Castilla y León, Juan Carlos Alonso. Éste destacó la «talla política» del consejero de Sanidad, Carlos Fernández Carriedo, en contraposición con la de Valín y exigió «el mismo trato para los veterinarios». Ayer se movilizaron los veterinarios, pero no estuvieron solos, también acudieron ayer a la protesta médicos y ganaderos que exigían que la Junta solvente «lo antes posible» la situación.