La dirección destaca que no sufrió pérdidas en la operación

Un portavoz de Caja Rural de Zamora restó ayer importancia a las operaciones que se llevaron a cabo en su sucursal de Camarzana de Tera, y las calificó como irregularidades administrativas en el procedimiento, al tiempo que destacó que no se produjo ningún tipo de perjuicio económico para la entidad, ya que las empresas del grupo Hermanos Tábara Lobo acreedoras de las facturas que se cargaron a nombre de la caja se hicieron cargo de estas deudas que en principio fueron abonadas con cargo a las cuentas administrativas de la entidad. Caja Rural de Zamora da por resuelto el incidente una vez que se ha procedido al despido disciplinario del director de la sucursal de Camarzana de Tera y del único empleado que trabajaba con él en esta oficina, a lo que se ha procedido una vez que se han detectado las operaciones irregulares a través de una auditoría. Desde la dirección de la entidad financiera, su portavoz insiste en que en ningún caso se puede hablar de desfalco, ya que no hubo perjuicios financieros para la caja, y califica estas irregularidades como un problema relativo al procedimiento ortodoxo con el que se deben llevar a cabo las operaciones en la entidad financiera, lo que atribuyen a la dejación de los empleados de la sucursal de Camarzana de Tera. Finalmente, desde Caja Rural de Zamora se señala que es relativamente normal que este tipo de problemas se produzcan en cualquier entidad financiera.