La legislación impide a los agentes poner pinchos, cruzar vehículos en la carretera o disparar

Los agentes de las fuerzas de seguridad se encuentran muy limitados legalmente a la hora de poder detener a posibles delincuentes. En el caso de las persecuciones por carretera de personas acusadas de delitos de robo, los policías no pueden situar sobre la vía pinchos o cruzar sus vehículos, a menos que señalicen con luces y banderolas entre cien y doscientos metros antes que se ha fijado un control. Con esas advertencias luminosas no creen que la medida resulte muy eficaz para detener a delincuentes, que, lógicamente, al ver el control dan media vuelta a sus vehículos. Tampoco pueden realizar disparos intimidatorios, a riesgo de ser sancionados. El criterio que rige la actuación de los agentes es el de «la congruencia, la oportunidad y la proporcionalidad», según consta en la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Eso significa, en el caso de ayer, que si se trata de arrestar a cinco individuos por delitos de robo no se pueden utilizar los métodos del pincho o e coche cruzado en la carretera, porque podría producirse un delito de lesiones o incluso una muerte, «y no sería proporcional», matizan expertos en legislación de seguridad. Los guardias, si por intentar detener a los ladrones se produjera un accidente mortal, serían acusados ante el juez de un delito de homicidio por imprudencia grave. Así las cosas, los funcionarios se encuentran atados a la hora de ser eficaces y los delincuentes se escapan. La pasada madrugada no se habilitó ningún control de carretera. Sólo las patrullas de Guardia Civil y Policía Local esperaron el paso del vehículo sospechoso aparcados a un lado de la vía. Les dieron el alto, pero los supuestos atracadores no pararon. Les persiguieron, pero manteniendo la distancia prudencial para evitar colisiones. En los últimos meses, los ladrones que han alunizado (empotrar un vehículo contra un escaparate) para robar en peleterías y bares han logrado darse a la fuga utilizando vehículos potentes. Es improbable que al verse perseguidos por la Policía se detengan.