¿Tendrá suerte La Bañeza?

No cabe duda de que los bañezanos no ayudamos nada a que nuestra ciudad prospere y salga de la abulia en que estamos sumidos, pues somos muy dados a protestar y criticar todo lo que se hace en las barras de los bares y en las tertulias de los cafés, pero si nos llaman para algo o piden nuestro concurso para llevar adelante alguna cosa ponemos pegas y pretendemos que sean otros los que lo hagan. Y son muchos los inconvenientes que sufrimos. Nada más hay que mirar a las promesas electorales incumplidas que durante muchos años nos han ofrecido en campaña electoral. Por poner algunos ejemplos, el camping, que tienen hace años pueblos más pequeños que el nuestro. Las industrias que se nos ofrecieron hace años, que hasta se llegó a presentar una máquina expendedora de patatas; industria alemana que iba a montar nada menos que tres fábricas en La Bañeza, pero la máquina que nos enseñaron estaba fabricada en Madrid y claro pasó el tiempo y de dicha empresa nunca más se supo. El teatro Pérez Alonso, que compró el Ayuntamiento, que todos los grupos políticos lo apoyan en tiempo electoral, pero que lleva ya seis años en la primera fase de las obras cuando, según el contrato, tenía que haberse realizado en seis meses y todavía esta primera fase aún está por terminar y vamos camino de los siete años. Estas son algunas de las cosas que queremos contar como problemas que siguen estando en Babia, como los antiguos reyes de León, que iban a veranear allí, y aquí solemos veranear los cuatro años de las distintas legislaturas y en las campañas electorales es cuando parece que los partidos políticos se ponen las botas para ofrecer y seguir sin cumplir sus programas. Y así se nos va pasando el tiempo. Las ciudades más pequeñas de nuestro entorno siguen tirando para arriba, mientras aquí seguimos discutiendo si son galgos o podencos.