La ruta por los molinos reforzará la dinamización turística del municipio

La ruta se compone de molinos y tahonas, construídos entre los siglos XIX y XX, repartidos entre los caños de Concejo y de Gregorio hacia los que se distribuye el agua del río Eria. Su elevado número, en comparación con el de habitantes, denota el notable potencial hidráulico del caudal y el buen aprovechamiento de éste por los vecinos, según la entidad. Las edificaciones fueron levantadas con piedras del río, barro y madera. La ruta, que incluye tres construcciones de las que se conservan sólo las ruinas, comienza a unos tres kilómetros de la plaza del pueblo en dirección oeste, y transcurre bajando por uno u otro caño hasta pasada la localidad en dirección este. Los asistentes pudieron ayer contemplar en funcionamiento el Molino Zapatilla y el de la Calva, gracias a la colaboración de lugareños que tienen participación en ellos, dado que eran comunitarios. Se empleaban para moler el cereal destinado al pienso de los animales, aunque otros se destinaron a fábricas de chocolate y de luz, serrerías o talleres de carpintería. Las tahonas, mientras, eran particulares y se usaban sobre todo para moler el trigo para consumo humano. El recorrido incluye tres: las de Ezequiel, el Juanillo y don Gregorio. Josefina Carracedo, presidenta de la asociación, adelantó ayer que ésta tratará de buscar la implicación de Ayuntamiento y junta vecinal en la adecuación de la ruta. La posibilidad de optar a subvenciones para rehabilitar los molinos queda dificultada, según la concejala socialista y miembro de la asociación, Marina Justel, por la imposibilidad de demostrar la propiedad, dado su carácter comunitario. Carrera popular La asociación, que cerró la visita con una parrillada, organizó también ayer la segunda carrera popular Entre sierras de Castrocontrigo, que reunió a 15 corredores que recorrieron 15 kilómetros de montaña y campo a través.