El Gobierno obligará a Telefónica a retirar 8.000 líneas rurales en León

Hace más de una década que Telefónica logró solucionar el problema de incomunicación de las zonas rurales más remotas y de difícil acceso de España gracias a un sistema de tecnología celular denominado Telefonía Rural de Acceso Celular (TRAC), que marcó un hito tecnológico en aquellos años. Sin embargo, hoy en día las líneas TRAC, incapaces de ofrecer Internet a una velocidad adecuada, se han quedado obsoletas. En la provincia de León todavía existen 7.963 líneas TRAC en pequeñas aldeas de montaña a las que resulta muy difícil y extremadamente caro llegar con el tradicional cable telefónico. Muy por detrás de esta cifra se encuentran Burgos, con 4.248; Salamanca, con 3.165; Soria con 3.023; Segovia, con 2.581 o Zamora, con 2.423. Valladolid, con tan sólo 661; Ávila, con 1.870 y Palencia; con 1.874, son las provincias con un menor número de líneas TRAC, según los datos facilitados por la propia compañía telefónica. Una tecnología obsoleta En el conjunto de Castilla y León perviven 27.908 de estas líneas, lo que la convierte en la tercera comunidad con mayor presencia de este tipo de tecnología caduca, sólo por detrás de Galicia, con más de 80.000 o Andalucía, con unas 38.000. En total, en España hay cerca de 260.000 hogares que sólo disponen de las llamadas líneas telefónicas rurales. Las primeras líneas TRAC se empezaron a implantar en los años 80 para cumplir con el servicio universal de voz que Telefónica estaba obligada a ofrecer. En las zonas de difícil acceso para el tendido de cable telefónico se optó por utilizar este sistema, -el mismo que empleaba Moviline-, que constituía la tecnología de radio más moderna del momento. No obstante, en la actualidad el sistema TRAC no puede ofrecer la suficiente velocidad para garantizar la transmisión de datos (que posibilita servicios como el fax o Internet), por lo que puede decirse que los ciudadanos de muchos pequeños pueblos carecen de la posibilidad de navegar por la red. Por este motivo, la compañía Telefónica está llevando a cabo una progresiva aunque lenta sustitución de estas líneas de telefonía rural por otras tecnologías alternativas, como la tecnología tipo DECT, ya probada por primera vez en España en Ávila.