CARTA TE ESCRIBO Martín Martínez
Cansados y desconcertados en la Maragatería
Querido hermano: Cansados y desconcertados, porque no hay cristo que aguante tantas imbecilidades como van acumulándose, debidas a cuatro listillos que andan a la que salta. De todas maneras, hay que ir soltando vapor tal como hacían aquellas máquinas, a las que decíamos «berronas», y resistir como se pueda. Cansados andamos, los de a pie, del culebrón que inunda todo, lo cual hace pensar a uno -a Dios gracias inmune al virus del papel «cuché»- como se cebarán sus reporteros al ser asunto de bragueta por excelencia. Las filias y las fobias se han desencadenado, y vete a saber cómo y de qué manera acabará todo. Desde esta parte de Foncebadón se perciben las implicaciones políticas, casi contrastables; y aparte de los dos personajes protagonistas-antagonistas que ya lo han perdido todo, la ciudad, es la gran perdedora. Ponferrada, a la que el osado Toti se ha atrevido a llamar, en público, el barrio industrial de Astorga, no se merece el escarnio que está recibiendo, convirtiéndose en carnaza de pesca; y visto lo visto, son muchos los que intentan aprovecharse de esas aguas revueltas, en las que ya ni se vislumbra una simple pepita dorada, de las que decía Plinio, el Viejo, tanto abundaban en sus riberas; ahora basura, basura real y humana, basura política la que quieras, hermano. Cansado, y desconcertado, se queda uno ante las encuestas, sondeos, estudios y baremos que, un día sí y otro también, nos espetan los diferentes organismos, a través de empresas que cobrando sus buenos «porqués» se dedican a tal cosa, al parecer con unos pingües beneficios. Claro, si te fijas hermano, el resultado es aquel que le apetece al pagano de la encuesta o sondeo. Y visto está que, no sé por qué razones -acaso sean económicas- los encargos parten siempre de los ministerios, consejerías o concejalías al uso, pasando por toda la gama de organismos responsables de las diferentes áreas de influencia en las superestructuras dinámicas de la convivencia, ¡¡Dios que frase!! O sea, querido, que esos estudios quedan para aquellos que puedan soltar la pasta gansa a cuenta de los tontos contribuyentes que además, vamos y nos lo creemos. Esas encuestas y sondeos me desconciertan porque, un suponer, nuestra provincia que como dice Nolete -y otros muchos- va de culo por la Cuestona, está de rositas, vamos al Edén. Hace unos días, según una encuesta y concienzudo estudio, hemos sobrepasado -excepto un municipio de la ribera del Torío- los ingresos medios de los españoles. Ya me dirás como e come ese marrón si nos ventilan las azucareras, y por ende la remolacha; nos rebajan las cuotas lecheras y sus precios; restringen el maíz aún transgénico; el trigo vale menos que cuando Gordón Ordás intentaba la reforma agraria; de Antibióticos ni te cuento; a Syva le ponen reclamos como a las codornices; Ponferrada ya la ves; La Bañeza despendolada. Menos mal que tenemos el parachoques del Empecinado, en la Diputación. Pues con todo eso, dicen las encuestas que avanzamos puestos en el concierto nacional. Lo cual me obliga a contraponer la teoría noletiana (de Nolete, ya sabes) que dice: En León, cada día, hay menos pobres por dos razones. El que no la casca de viejo, puede hacerlo en la 630 y sus asimiladas, o en helicóptero camino del hospital; la segunda es la huida masiva que el resto de España es costa para los leoneses como las andaluzas para los subsaharianos que se dice ahora; la suerte que tenemos es que por estas costas provinciales no anda la Guardia Civil, sino ya estaría el Teleno repoblado por las devoluciones. Después de ver esos sondeos, agarro el informe de Cáritas, sin pensar en la crucecita del IRPF, Gescartera, o invertir en Voyomer y ¿qué ocurre? Que de cada cinco leoneses, uno anda en la frontera de la pobreza; que si no la casca como el de la 630 es porque hay albergues, casitas de San José o congregaciones que han resucitado aquello de la «sopa boba». Y te diré, hermano, que en Cáritas aún confío.