OPINIÓN Manuela Bodas VEGUELLINA
Transeúntes
La letra de Transeúntes, se ha convertido en letra de tango. La sangre de Transeúntes, se ha convertido en sangre ácida de olvido. Y todo por unos euros de nada. Y todo porque lo que prima en la sociedad y en la política es figurar. Al que tiene poder, por poco que éste sea, lo que le interesa es salir en la foto con el de arriba, y no me refiero a Dios, que bastante debe tener para él con la que está cayendo en la iglesia. Lo triste es que un proyecto tan positivo, pase de ser una letra impresa y viva a letra de tango y de nostalgia. Los que ya estábamos acostumbrados al periódico quincenal Transeúntes, nos mantenemos a la espera de tener pronto otra vez la frase viva de sus páginas. Aquí en Veguellina de Órbigo, ya contábamos con un vendedor asiduo que se ganaba el jornal vendiendo Transeúntes, espero que pronto vuelva con ese periódico que dio vida a un proyecto tan importante. Desde estas páginas, alentar a José Luis Alonso, padre de la criatura, para que no ceje en su empeño y siga en tan extraordinaria labor, también brindarle todo el apoyo necesario, el futuro de Transeúntes será incierto, pero por qué no, también prometedor. Es una pena que en esta época de consumo, un proyecto cultural y que ofrecía trabajo a varias personas, se vea abocado a la inexistencia. Por eso tanto José Luis Alonso, como el equipo que le rodeaba para que cada quincena Transeúntes viera la luz, como los vendedores, como los compradores, debemos seguir pidiendo su vuelta. Los que creemos en este proyecto debemos seguir citando su nombre para que al convertido en oración vuelva a ser posible.