OPINIÓN Pedro V. Álvarez Collar
Dr. José María Hidalgo
No tuve la ocasión de llegar a conocerle personalmente, las personas que conozco y le conocieron se deshacen en halagos hacia su persona. El pasado 24 de mayo, se nos fue para siempre el doctor veterinario José María Hidalgo Chapado, omañés de pro, que dedicó parte de su vida a luchar por su tierra, al igual que lo hacían los prohombres de comienzos del siglo pasado. Hijo de Riello, donde había nacido en enero del año 1913, fue un continuador de labor llevada a cabo por su padre, el doctor en medicina Heliodoro Hidalgo Robles, que renunciando a la plaza médica en Villablino (que ya auguraba un buen futuro con la incipiente minería), prefirió continuar en su tierra hasta su prematura muerte en 1918. Posiblemente adquirió de él este amor al terruño, y es por ello, por lo que renunciando a un puesto de profesor en la Facultad de Veterinaria madrileña, regresa a su Riello natal, para dedicarse en cuerpo y alma a las labores de Albéitar, que es la acepción que desde antiguo tienen los que ejercían curando a los animales. Su dedicación plena a estas labores en su Omaña natal, dejando atrás otra vida dedicada a otra de sus pasiones, la enseñanza, se debía a su conciencia de que el campesino que perdía una vaca, en tiempos de posguerra (en los que, casi era más dramático perder un animal que un hijo) perdía con ella un capital irrecuperable... De esta manera ejerció sus labores veterinarios implicándose totalmente con los omañeses de los ayuntamientos de Riello, Campo de la Lomba y Valdesamario. De su época como titular de las citadas plazas data el impulso dado a las ferias ganaderas en la comarca. Posteriormente y después de haber dejado su impronta en la comarca omañesa, regresa como veterinario titular al ayuntamiento de Madrid, continuando con su labor. Fue el desaparecido doctor Hidalgo un albéitar en todo el sentido de la palabra, pero fue algo más todavía, un verdadero humanista al igual que los prohombres que le habían precedido, solamente tenemos que observar las páginas de la historia cultural provincial, donde José María Hidalgo participó en un certamen de pintura (su otra gran afición), en junio del 55, al lado de firmas como Vela Zanetti, García Zurdo y Alberto Muñiz, por citar algunos... Así como en el XXV Salón de Otoño en el Palacio del Retiro de Madrid... Sirva esta humilde columna de recordatorio de un hombre, en el sentido machadiano de la palabra, y a la vez de homenaje, al igual que lo fue el que le rindió en agosto de 1999 la Asociación Cultural «Ares de Omaña», ante la falta de iniciativas en el mismo sentido por parte de los ayuntamientos a los que sirvió, esta gran persona (antes que personaje) plena de profesionalidad, honradez y competencia. Descanse en paz, don José María Hidalgo Chapado, nacido en Riello el 16 de enero de 1913 y fallecido en Madrid el 24 de mayo del 2002.