Revive el proyecto del Museo Minero de Sabero al licitarse otra fase

Según las condiciones especificadas en el Boletín, el proyecto debe contemplar la rehabilitación de los edificios de Bien de Interés Cultural denominado Ferrería de San Blas, para su adecuación como Museo Minero. Los interesados en participar en este concurso disponen del pliego de cláusulas en la propia Consejería y en las oficinas de información y atención al ciudadano en Valladolid y León. Los profesionales que acudan a esta convocatoria tienen 15 días naturales, hasta el día 11 de julio próximo, para presentar sus trabajos, debiendo mantener su oferta durante 3 meses. La apertura de pliegos se llevará a cabo en la Consejería de Educación y Cultura el día 23 de julio. La noticia llega con tres meses de retraso respecto del anuncio realizado por la directora general de Patrimonio, Begoña Hernández, en marzo, y casi un año después de la adjudicación del proyecto museográfico a Espai Visual, que será la empresa que dé contenido a los espacios de la Ferrería de San Blas y el Pozo Sucesiva, centro del Museo Minero; y cabe resaltar que las obras llevan más de un año paralizadas sin motivo administrativo o jurídico aparente. Aunque según ha podido saber este periódico, el proyecto que presenten los arquitectos debe amoldarse al avance de musealización que ya ha realizado Espai Visual, que lleva meses trabajando en él, para la ferrería. Mucho trámite, poco resultado Aunque demasiados son ya los proyectos promovidos y financiados por la Junta para la restauración de la Ferrería de San Blas y los altos hornos aledaños y escasos resultados tanto en obra civil como en desarrollo físico y real del proyecto. Esto, junto al lento avance de una empresa iniciada en 1996 como uno de los pilares para la reactivación de la zona tras el cierre de las minas, ha generado escepticismo y enfado social en el valle de Sabero, máxime si se tienen en cuenta los exiguos puestos de trabajos creados tras el cierre de las minas y las expectativas puestas en el Museo Minero como gran atractivo turístico y para generar empleo, más indirecto que directo, en este sector. Con lo asignado en el presente la Junta suma 271.812,50 euros (45,23 millones de pesetas) sólo en proyectos para el propósito de restaurar el edificio de la Ferrería de San Blas. En el año 1995, se gastaron 5.925,98 euros (986.000 pesetas) en el estudio previo para la adecuación de la ferrería; en 1996, 11.851,56 para el proyecto de la mina visitable -ahora desechado por ir ubicado en otro lugar-; también en el 96, se hacen efectivos unos honorarios de 167.459,81 euros (27,86 millones de pesetas) por la rehabilitación de la Ferrería -después modificado y reformado-; y en 1997 se pagan 2.774,75 euros (461.680 pesetas) por un estudio geotécnico. Sumado a lo que han supuesto las obras, la Junta ha gastado, según ella misma ha declarado, más de 3 millones de euros (500 millones de pesetas) sólo en la restauración de la Ferrería y su entorno y en construir dos edificios anexos; que además han levantado una agria polémica social, política y técnica debido al contraste arquitectónico con el edificio histórico y por su ubicación física. Un año sin obras Una vez que finalicen los plazos que ahora se convocan para la adjudicación de las obras finales de restauración de la Ferrería de San Blas, se alcanzarán los doce meses de haber parado las obras; cinco años después de su inicio. Lejos queda el mes de julio de 1997, cuando la Junta de Castilla y León, con un largo rosario de autoridades presentes, inauguró los trabajos de restauración y anunció que el Museo Minero se inauguraría en el año 2000. Tras 3 millones de euros de inversión de los nueve en que estimó inicialmente el coste total de la iniciativa, siete años más tarde todavía no hay nada definitivo y finalizado. Ni la restauración de la Ferrería, ni los famosos, polémicos e inaceptados «cubos» de hormigón anexos, ni la mina visitable, ni el proyecto museográfico. Aunque la comarca recibe la noticia con aliento y la esperanza de que este nuevo impulso sea el definitivo.