«Copiar en los exámenes ayuda muy poco o nada para aprobar»

-¿ Cuánto tiempo lleva dedicándose a la enseñanza? -Casi 40 años. Después de impartir clases tres años en León, me traslade al Colegio Municipal Nuestra Señora de Carrasconte de Villablino. Dos años más tarde pase al instituto Obispo Argüelles y posteriormente al Valle de Laciana, donde me he jubilado. -¿Por qué se decidió por la educación? -Fue algo vocacional que sentí desde la época en la que estudiaba en los Agustinos de León. Siempre me ha gustado la enseñanza pues me veía capacitado para hacer llegar a los alumnos mis conocimientos. Además de enseñar, un profesor debe educar y preparar al alumno para contribuir a su formación personal. -¿Cuáles son los mejores recuerdos de su profesión? -Las mayores satisfacciones han sido cuando he preparado a un grupo de alumnos para acceder a una prueba que encerraba ciertas dificultades y la han superado con éxito. Además, para mí es un orgullo haber trabajado en el IES Valle de Laciana, un centro muy cómodo que reúne todas las condiciones para desarrollar una gran labor docente aunque las instalaciones no sean modernas. -¿Y la anécdota más curiosa? -Las diferentes artimañas para copiar en los exámenes que utilizaban los alumnos, quienes derrochaban imaginación aunque a la hora de la verdad les ayudara muy poco o nada para aprobar. -¿Qué diferencias ve usted entre los planes de educación anteriores y el actual? -Terminé el bachillerato por el plan del 56 y preparé durante varios años alumnos para la reválida. Creo que este plan era bueno al igual que el BUP, también muy completo aunque los alumnos carecían de una visión para las carreras técnicas. En cuanto a la Eso, lo más negativo es la gran movilidad del profesorado por lo que es difícil implicarse en un proyecto de trabajo efectivo. -¿En Laciana se imparte una enseñanza de calidad? -Los centros lacianiegos cuentan con idéntica dotación que los de cualquier localidad española, los contenidos a impartir son los mismos y los profesores tienen las titulaciones más idóneas para ello. -A su juicio, ¿cómo se puede paliar el fracaso escolar? -Además de la implicación de los profesores, es necesario una gran colaboración por parte de los padres para que el alumno obtenga un rendimiento óptimo. -¿A que se va a dedicarse ahora tras su jubilación? -Acudiré a clases de informática, descansaré con la familia y, por supuesto, continuaré con mi afición por la jardinería.