El palacio recupera para la visita el sótano del Museo de los Caminos

Las obras realizadas en el sótano, que permanecía cerrado desde 1999, incluyeron la colocación del pavimento, la limpieza de las bóvedas que aún mantenían marcas de agua de la época en que la construcción estuvo paralizada y el edificio sin tejado, la retirada de las tuberías de una calefacción que no llegó a funcionar, la renovación exterior de la iluminación, o la reordenación de los espacios y de los fondos, entre otros, explicó el arquitecto Pablo Puente que, junto al arqueólogo Tomás Mañanes, trabajó en la remodelación. Así, el sótano se organiza en torno a una planta central y otra longitudinal centradas en el mundo romano y el medieval. Las piezas arqueológicas, procedentes de la ciudad y la diócesis, recorren aspectos como la prehistoria, los dioses, los hombres -el emperador, el soldado, el autóctono-, el Cristianismo, la importancia de la carta de san Cipriano, el traslado del primer obispo desde la diócesis de León, la lista de los prelados de Astorga, la cultura visigoda, la mozárabe -que se completará con un panel de topónimos de la época-, y restos medievales como inscripciones, sepulcros y escudos, uno de ellos fechados, según explicó Mañanes. El discurso finaliza en la época renacentista. También se muestran cerámicas, monedas, ajuares, elementos de almacenamiento, como vasijas, y de construcción, como ladrillos, junto a capiteles y restos de distintos tipos de molinos, dentro del recorrido por la casa que incluye la contemplación de un mosaico romano. Lápida única en España Entre estos restos Mañanes destacó una lápida «única en España» que muestra veinticuatro nombres y topónimos griegos, o una colección de restos prehistóricos donados por un sacerdote. El obispo deseó que los visitantes del museo «aumenten su cultura con la contemplación de las piezas y descubran aspectos importantes de la fe católica». El director del museo, José Fernández, alabó la labor realizada por cuantos intervinieron en la remodelación, que ha terminado «en un rejuvenecido y transformado museo que muestra el devenir de la religión cristiana y precristiana con sus dioses», dijo. La actuación en el sótano respetó un azulete hallado en una de las columnas, del que no se descarta que correspondiera al color original del edificio, indicó Puente, que destacó la gran responsabilidad de trabajar en un edificio como el de Gaudí.