Diario de León

ALEX GUZMÁN GUITARRISTA INVIDENTE

«Comencé a tocar por una apuesta que hice con mi padre»

Alex Guzmán, de 11 años, comenzó a tocar la guitarra hace tres meses, a pesar de que una enfermedad congénita redujo su grado de visión al mínimo. Se puede decir que Alex empezó a tocar por casualidad, pero, gra

Publicado por
Alberto Domingo Redacción - LA BAÑEZA.
León

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-¿Cómo se decidió por la guitarra? -Fue una apuesta que hice con mi padre. Él me dijo que si llegaba hasta una fuente sin ayuda me compraría lo que quisiera y yo quería una cadena de música o una guitarra. Además, siempre me ha gustado la música. -Con su problema, ¿le resulta difícil aprender música? -No, la verdad es que es bastante sencillo. -Pero de alguna manera especial le tendrán que enseñar a poner las notas. -Me ayuda mi madre. El profesor le dice a ella cuáles son las posiciones y luego ella me las enseña. -En la audición de fin de curso de la academia en la estudia, se llevó un gran aplauso por su ejecución. ¿Sintió algo especial? -Bueno, me gustó mucho. -¿Qué tal su profesor de guitarra? ¿Le ayuda? -Me anima mucho y, si me equivoco, no me riñe, sino que me dice que empiece otra vez y me señala dónde he fallado. -El aprendiz de guitarra mira mucho el mástil hasta que coge práctica. Pero, en su caso es imposible. -Lógicamente, no miro el mástil. -¿Qué tipo de música le gusta escuchar? -U2, Mike Olfield, Phill Collins, Los Puntos, Bloque, Deep Purple, Led Zeppelin, Simon and Garfunkel... -Si se dedicara a esto como profesional, ¿qué tipo de música le gustaría hacer? -Tiraría por la música folk y el heavy. -Dice su profesor que tiene un buen oído. ¿Ha pensado en atreverse con el piano? -No me gusta mucho el piano. -Al margen de la música, ¿cómo le afecta su enfermedad a la relación con otros niños? ¿Tiene amigos? -Muy pocos. No me gusta mucho. Pero, hasta los cinco años, tenía un amigo que se llamaba Álvaro, con el que lo pasaba muy bien. Pero, luego, se marchó a León. -Pero si tiene hermanos siempre podrá jugar con ellos. -Mi hermano se llama Aitor y tiene 7 años. -Usted estudia en el colegio Carmelitas ¿Qué tal le va? -El colegio es algo que no me gusta nada de nada. Este año he sacado buenas notas, pero lo aborrezco. -Dada su situación, imagino que tendrá algún tipo de ayuda extra. -Este curso he tenido un profesor de apoyo, con el que pasaba dos horas al día. Hasta este curso, recién terminado, un señor de la ONCE venía una vez por semana al colegio. Ahora lo sigue haciendo, pero está el profesor de apoyo. -¿Se siente especial por ser casi invidente? -No. Estoy bien. Como todos los demás, hago una vida normal.

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