Los sindicatos agrarios amenazan con movilizaciones si cierra la azucarera

La vuelta a la palestra del nombre de la azucarera de La Bañeza en la quiniela de cierres de Azucarera Ebro, ha desatado una serie de acusaciones directas de los sindicatos agrarios por la política que sigue el PP en la Junta y en la propia empresa. Los sindicatos agrarios ven «inviable» cualquier cierre en La Bañeza, porque según ellos es en León donde mejor rendimiento se saca al cultivo de la remolacha. Por eso ayer indicaban que de ocurrir este cierre, sería un mazazo absoluto a la provincia y que las consecuencias serían «imprevisibles», lo que podría provocar «fuertes movilizaciones». Coag, Ucale y Asaja coincidieron ayer también en señalar que la política del Partido Popular respecto a las azucareras «es interesada», ya que el PP tiene controlado parte del accionariado aprovechando la presencia de las cajas de ahorros, pero no hace nada por evitar los cierres de las fábricas. Una coincidencia bastante curiosa, puesto que las dos primeras culpan también a a Asaja, y además a Ugal, de la situación por firmar los cierres. El caso es que ni la Coag ni Ucale firmaron aquel cierre, y las dos vienen a decir algo así como «de aquellos polvos vienen estos lodos». Para el coordinador técncio de la Coag en León, Óscar Herrero, «no se puede concebir una provincia como León sin una fábrica azucarera». «Hace cuatro años, cuando lo de Veguellina ya advertimos que si no se invertía adecuadamente en La Bañeza vendrían este tipo de problema, pero nadie, ni los políticos nos hizo caso». Para la Coag «no cabe ningún cierre, ni siquiera en Monzón». Según el presidente de la Unión de Campesinos Autónomos de León, Gerardo García Machado, el cierre no se va a producir «porque es imposible ya que en León se cultiva la mejor remolacha». «Los de Asaja y Ugal quieren hacer ahora el paripé para evitar sus responsabilidades de lo que hicieron en Veguellina», explicó. Para el secretario general de Asaja, José Antonio Turrado, «la decisión será de un gran calado político, y aquí nos guste o no, la presencia del PP y las cajas en Ebro les hacen corresponsables de estas decisiones». De todas maneras, Turrado opina que «vamos a sufrir un sinvivir de declaraciones hasta dentro de un año, cuando sepamos qué va a hacer la empresa».