Diario de León

El campo internacional de trabajo logra los primeros resultados tras sólo dos días de trabajo PIEDRAFITA DE BABIA

Aparecen los primeros huesos en la fosa de los 37 milicianos fusilados

Los voluntarios de la ONG «Servicio Civil Internacional», que desde el pasado martes están excavando una fosa común en las inmedia

Publicado por
José Luis Vega Corresponsal de PIEDRAFITA.
León

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El primer hueso fue localizado hacia las 18.00 horas y parece corresponder al fémur de un esqueleto humano, lo que confirma que las excavaciones se están llevando a cabo en el lugar donde se había cavado la fosa para enterrar a los milicianos fusilados la noche del 5 de noviembre de 1937, tal y como habían apuntado varios testigos de la época. El hallazgo, al que se fueron sumando otros restos óseos a lo largo de la tarde, tuvo lugar cuando el nerviosismo empezaba a adueñarse del grupo de 14 voluntarios que proceden de mueve países, y que desde que habían iniciado la excavación el pasado martes no habían tenido ninguna prueba de que la fosa común se encontraba allí. Los trabajos se iniciaron en el punto kilométrico 90 de la carretera comarcal C-623, tras recibir información de varios testigos de la matanza asegurando que los cadáveres se enterraron en una cuneta, precisamente en esta zona. Un georradar determinó la zona en que podrían estar los cuerpos, dispersados a una profundidad que oscilaría entre los 50 centímetros y los 2 metros. La excavación se inició a pico y pala por parte de los voluntarios que componen este campo internacional de trabajo organizado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), pero ante la lentitud que se imprimía a los trabajos, se optó por aceptar la ayuda mecánica, sumándose a las tareas una excavadora enviada por el Ayuntamiento de Villablino. Después de realizar varias barridas transversales sin ningún resultado y ampliar la zona de laboreo, por fin se encontró un fémur, al que a lo largo de la tarde se fueron sumando otros pequeños restos óseos que se iban guardando en un caldero, o en bolsas de plástico. El hallazgo fue acogido con emoción por parte del equipo, y con lágrimas por las tres familiares presentes, que esperan poder recuperar los cadáveres para ofrecerles un entierro digno.

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