GORDALIZA DEL PINO
Devoción y sentimiento
Después de cinco días de intenso ambiente festivo, por motivo de sus fiestas patronales en honor a la Virgen del Carmen, Gordaliza puso fin un año más a unas fiestas cargadas de desenfado, alegría y hospitalidad para los cient
Entre un olor a mies, parvas de grano y viñedos engordando al sol, los vecinos de la localidad de Gordaliza rindieron culto a su patrona, la Virgen del Carmen. Las mujeres de la cofradía junto con las de la asociación del Pino y el resto de vecinos pasearon a hombros la imagen de la patrona durante el trayecto que separa la parroquia de la ermita de esta. La virgen siempre fue custodiada por numerosos vecinos que se reunieron en su entorno con el fin de poder portarla durante algún momento sobre sus hombros, mientras abría el cortejo procesional la cruz, solemne de los días grandes, así como los tradicionales ramos de roscas engalanados, para una posterior rifa de estos. No podía faltar la presencia del mundo infantil, niñas ataviadas de trajes populares permanecieron entorno a la virgen durante todo el trayecto. Sin duda, una buena cantera de sucesión, que contribuirá al engrandecimiento de cuantos actos se programan en la localidad. Han transcurrido cinco días de fiesta pero nadie da muestras de cansancio. Actos de todo tipo han hecho que durante estos días la localidad fuese punto de referencia en cuanto a los actos lúdicos y culturales. Javier de Prado, alcalde de Gordaliza, confiesa sentirse feliz de lo mucho y bien que la comisión de fiestas formada para la presente edición ha trabajado: «con personas así se puede ir al fin del mundo, ya que en ningún momento han dejado de cumplir con cuantos objetivos se propusieron llevar a la práctica en el momento de elaborar el programa festivo».