SAN ESTEBAN DE NOGALES, EN PRIMER PLANO DE LA ACTUALIDAD

Otro vecino de San Esteban expresó ayer su temor porque esta situación se convierta en otro caso Nevenka, e indicó «los hombres estamos perdidos», en referencia a la posibilidad de recibir falsas acusaciones por parte de mujeres en relación a delitos como el citado. Un grupo de jóvenes, que se incorporó al corro de mujeres en el que se encontraban los familiares del regidor, defendió también a éste, señalando que la acusación «es una venganza de la concejala, por quedarse con el dinero», o que «el alcalde ha hecho mucho por el pueblo, es mentira que haya acosado porque no es capaz de una cosa así, ya que es una buena persona». Los chicos, que también se refirieron al concejo como el momento en el que, en su opinión, se gestó esta historia, atribuyeron igualmente la conducta de Sagrario García a una supuesta venganza personal tras ser descubierta apropiándose de dinero del Ayuntamiento, según su versión. Mientras tanto, otros vecinos continuaban ayer su vida normal como si nada hubiera pasado, y se sentaban en las puertas de sus casas, o se movían por la localidad para hacer sus tareas habituales: trabajar las fincas, comprar, o disfrutar de una copa con los amigos en un bar mientras contemplan en televisión los resúmenes del reciente debate sobre el estado de la nación. Todos, eso sí, miraban con sorpresa a los informadores que desde el comienzo de esta semana han visitado su pueblo en más de una ocasión, y se sentían extraños por el hecho de que San Esteban salte al primer plano de la actualidad por una situación que, a nivel nacional, iniciara la ex concejala de Hacienda de Ponferrada, y el ya ex alcalde de la ciudad, Ismael Álvarez. Pueblo dividido Y así, el caso ha venido a dividir al pueblo entre los partidarios del alcalde y los de la concejala, situación que se ve agravada por el hecho de que familiares directos de ambos viven en la misma calle. En una localidad pequeña como es el caso de San Esteban de Nogales, que cuenta apenas con 400 vecinos, la denuncia por el presunto acoso sexual de Benedicto Ferrero hacia Sagrario García se vive con mucha más intensidad que en una población mayor, no sólo por la vertiente pública de las vidas de ambos ediles, sino también por el hecho de que gran parte de los vecinos son parientes entre sí o guardan estrechas relaciones de amistad desde siempre. La generalidad de los habitantes del pueblo con los que ayer Diario de León tomó contacto de forma casual expresó su deseo de que este caso se solvente lo antes posible, y manifestó su disgusto porque la localidad sea conocida en la provincia por este suceso, y porque sea precisamente la situación creada la que motive la presencia de tantos medios de comunicación por sus calles.