«La ropa deportiva se ha convertido en los últimos años en moda»

-¿Tanto engancha el deporte para seguir vinculado a él a pesar de haberse retirado como jugador? -Bastante. Pero no siempre cuando te retiras puedes seguir vinculado de una manera tan estrecha a él. En mi caso, tras quince años en el Atlético Astorga y cuando tocaba la retirada, su presidente, Baltasar Carro, me ofreció la posibilidad de trabajar en una tienda de deportes que iba a abrir allá por el año 1986, Capeball Sport. No me lo pensé ni un momento y así llevo 16 años. -Supongo que para trabajar en este sector es necesario un conocimiento notable de lo que se tiene entre manos. -Más que necesario es casi una obligación. No obstante, mucha gente acude con la idea clara de lo que quiere comprar. Si no es así nosotros tratamos de informarles y luego ellos deciden si es de su agrado. -¿Qué tipo de personas acuden a su establecimiento? -De todo tipo, aunque predominan los jóvenes. En verano también se vende mucho a los peregrinos. -¿Valora la gente más la estética o el precio? -Depende la edad. Los jóvenes dan una especial importancia a la estética, y a veces ni se preocupan del precio. Los que sí valoran bastante el precio son las personas adultas. -Hace unos años la ropa deportiva se utilizaba exclusivamente para hacer deporte, ¿ha cambiado eso? -Bastante. Y es que la ropa deportiva hoy en día es moda. Y es que ahora la gente viste mucho de sport y el llevar unas zapatillas no significa que no se vaya vestido bien. -Desde hace unos años cada marca utiliza a deportistas consagrados para llegar al público. ¿Cree que es efectivo? -El marketing hace mucho. Hay que tener en cuenta que el que no se anuncia no vende y eso lo saben a la perfección las grandes empresas deportivas que no dudan en «fichar» a deportistas de élite para vender mejor sus productos. -¿Qué don debe tener un profesional de su sector? -La profesionalidad y, en especial el trato con el cliente. Hay que tener en cuenta que el que vaya bien o mal un negocio depende de la imagen que tengas entre la gente y de la confianza que ofrezcas. Además, tienes que ser competitivo y estar a la última. -La competencia de las grandes superficies y de cadenas de tiendas de deporte, ¿le han perjudicado? -Para ser sinceros, sí. No hay duda que ellos tienen más fuerza a nivel económico que nosotros. Pero en esta vida no todo es dinero. El cliente también quiere confianza, que le trates de forma correcta y familiar. Sobre el precio, además, una tienda como Capeball Sport no desmerece de nadie e incluso ofrece mejores ventajas.