Los alcaldes creen que la «deuda de Riaño» hipotecó su agricultura
Los alcaldes de los municipios de la comarca no han olvidado lo que consideran «una deuda histórica» con la comarca. La construcción del pantano de Riaño, con capacidad de abastecer a toda la provincia, despertó grandes expectativas en una comarca en la que el 90% de la población se dedicaba al campo y la ganadería. Esperar casi 30 años por el agua para poder desarrollar el regadío obligó a la gente joven a emigrar a la ciudad, dada la escasa rentabilidad de los cultivos de secano. Esta es la conclusión a la que llegan los alcaldes de los municipios de la comarca cuando interpretan los datos demográficos de sus municipios. Los alcaldes coinciden en que hay poco que inventar y que las soluciones no pueden ser las mismas para todos, sino que deben adoptarse en cada municipio siguiendo un estrategia común encaminada a fijar población en el medio rural. Los alcaldes reconocen la grave crisis económica que vive la agricultura de la comarca pese a que ya ha llegado, aunque aún en precario, el preciado líquido. Todos ellos son conscientes del alto grado de dependencia de las ayudas europeas y autonómicas. Por otro lado, señalan el imparable envejecimiento de los pueblos de sus municipios y de su impotencia a la hora de poner soluciones en marcha. «¿ Qué podemos hacer los alcaldes?», se pregunta César Enríquez, alcalde de Almanza. Algunos municipios tratan de explotar el Camino de Santiago, como por ejemplo El Burgo, donde varias familias pueden vivir del sector servicios. Pero la mayor parte de estos municipios no puede beneficiarse de estas alternativas económicas dada su ubicación. La agricultura y ganadería constituyen su principal forma de vida. La mayor parte de ellos ve un futuro negro a medio plazo y observa con sana envidia el despegue de municipios como Valencia de Don Juan, uno de los 26 municipios que ha experimentado crecimiento demográfico en el año 2001. Los alcaldes también han destacado la dejadez y el olvido de la Junta de Castilla y León, la Diputación y el Ayuntamiento de Sahagún. Consideran que no llevan a cabo una política lo suficientemente activa como para el déficit demográfico que viven. La resignación se ha apoderado poco a poco de casi todos ellos.