Los embalses, al 33% de su capacidad total, no garantizan el desarrollo final del maíz o de la remolacha
El nivel de los pantanos de León hace peligrar la campaña de riego
La crítica situación por la que atraviesan los embalses de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ha provocado que la campaña de rieg
«Los regantes se tendrán que adaptar». Esta es la conclusión a la que se llega en la CHD, en el peor año de lluvias en las últimas décadas. Los embalses del Duero se encuentran al 39,5% de su capacidad, 17,7 puntos menos que el año pasado. Pero si las cifras globales no son buenas, las que presentan los pantanos leoneses son extremadamente preocupantes. El total del agua embalsada en la provincia no llega a los dos tercios de la capacidad total del pantano de Riaño. Los embalses leoneses se encuentran a un 33,1% de capacidad, cuando el verano pasado en estas fechas, se encontraban al 53%. Durante todo el año, las organizaciones agrarias ya habían advertido de los problemas que se podían producir en la campaña de riego. Hoy, una vez superado el primer mes de la temporada, a los regantes, que han mantenido el sistema de turnos seguidos (práctica para tiempos de sequía) no les salen las cuentas. «Tenemos previsto hacer una reducción a mediados de agosto, con lo que tendríamos agua hasta finales de ese mes. Luego se acabó», comenta Matías Llorente, secretario general de Ugal, en relación con los riegos en las 14.500 hectáreas del Páramo, dependientes del pantano de Riaño. Si la situación es complicada con el embalse de Riaño (con la mayor cantidad de agua de todos los leoneses, y que trasvasa 30 hectáreas a los regantes palentinos), el nivel de los restantes es dramático. Así, las 1.500 explotaciones que dependen del pantano de Villameca comenzaban la campaña con 6,9 hectómetros cúbicos, que tan sólo daban para dos riegos en el mes de julio. Tras este mes, Villameca sólo conserva 2,9, de los cuales 2,2 deben conservarse como caudal ecológico, por lo que no pueden ser utilizadas para regar. «Lo de Villameca es un problema muy grave, y los regantes lo van a pasar muy mal», apuntaban la pasada semana fuentes de la CHD a este periódico. El problema para el sistema de riego Porma-Esla es similar. El pantano del Porma cuenta con 93,8 hectómetros cúbicos (29% de su capacidad total), de los cuales 40 tendrán que ser mantenidos como caudal ecológico. Por su parte, Barrios de Luna se encuentra al 35% de su capacidad, con 109 hectómetros cúbicos embalsados, de los que también hay que descontar 40 por motivos medioambientales. Ante estas perspectivas, el final de la campaña de riego (30 de septiembre) puede traer problemas para los cultivos que se recogen en fechas avanzadas. Este es el caso del maíz tardío y de la remolacha. Desde la CHD se recuerda que «ya se advirtió de los riesgos de cultivar maíz este año». «Tanto remolacha como maíz se pueden quedar en nada», apuntaron las mismas fuentes de la Confederación.