Una escapada ideal a través de la ruta La Zamora

El Ayuntamiento de Villablino está promocionando desde el pasado mes de junio la ruta conocida con el nombre de La Zamora, elaborada por la Escuela de Esquí Leitariegos, con la colocación de paneles informativos y carteles publicitarios en diversos puntos de la capital de Laciana. La ruta cuenta con un recorrido de casi ocho kilómetros y el caminante sólo tendrá que hacer frente a un desnivel de 180 metros por lo que la dificultad para realizarla es mínima y es apta para caminantes noveles y de todas las edades. El punto de partida propuesto por la Escuela de Esquí Leitariegos es la Plaza de Sierra Pambley de Villablino, desde donde se toma el camino que sube hasta la última casa del barrio de La Corradina. A unos 400 metros, donde finaliza el pavimento, el camino se bifurca en sentidos opuestos, y la ruta asciende por el ramal que se dirige a la izquierda, hacia el interior del pinar, justo bajo la escombrera de la antigua boca minera llamada Transversal de Arriba, que fue utilizada en los años 70 del pasado siglo. Desde este lugar, el caminante que siga la ruta La Zamora regresará nuevamente al alto de La Corradina para tomar el camino de Sosas. Desde esta localización del trayecto la pendiente es menos pronunciada de lo que era en tramos anteriores y, al cabo de 400 metros, se suaviza para llegar a la Collada de Sosas, donde, a través de un bosque tupido de robles, capudres, avellanos y otras especies arborícolas, se divisa el valle ganadero y los tres barrios de la localidad de Sosas de Laciana. En vez de descender ya hacia el pueblo, la ruta propuesta consiste en dar un pequeño rodeo para acercarse al alto de la Zamora, un paraje que tiene un gran interés arqueológico en el que se puede distinguir con facilidad la corona de un castro prerromano en el que se realizaron excavaciones a mitad del siglo. La ruta continúa por el antiguo trayecto que seguía el ferrocarril minero, pasando bajo un auténtico túnel vegetal, hasta recuperar de nuevo el camino que desciende a Sosas a través del bosque. Ya en este punto, una indicación guiará al caminante por un atajo que lleva a cruzar el río junto a un molino hidráulico para cereal y una antigua lechería. Un recorrido por la localidad permite admirar otras muchas construcciones muy interesantes como hórreos, viejos lavaderos y antiguas casonas blasonadas. Finalmente, la ruta regresa a Villablino por un camino llano que discurre por el borde inferior del bosque bordeando los prados del Valle de Sosas.