Diario de León

Los cunicultores demandan más ayudas y la regularización de este sector ante la caída de los precios

La crisis del conejo hace peligrar la economía de cien familias leonesas

La profunda crisis que atraviesa el sector cunícola desde el pasado mes de enero está colmando la paciencia de las cerca de cien familias leones

En la imagen, una granja de conejos situada en la localidad leonesa de Sahagún

En la imagen, una granja de conejos situada en la localidad leonesa de Sahagún

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Javier de Vega Redacción - LEÓN.
León

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Manuel Barrio Turrado, presidente de la Asociación Leonesa de Cunicultores (Aslecu), que representa al 75 por ciento de los ganaderos cunícolas en León, achaca la crisis a una «grave falta de regularización de este sector». «Técnicas novedosas que aplicamos, como la inseminación artificial, aumentan la calidad de la carne y suponen un gran coste en su producción, pero no tienen ninguna repercusión en los precios, que siguen bajando», afirmó. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha cifrado las pérdidas de este sector en 40 millones de euros desde enero del 2002. Según UPA, el coste de producción por kilo de carne es de 1,6 euros, mientras los criadores de conejos no perciben más de 1,2 euros por kilo. Ante las cuantiosas pérdidas, los trabajadores reclaman al Gobierno unas medidas que se resumen en la concesión de créditos de interés preferente que palien el endeudamiento, la activación de una campaña informativa que promocione el consumo de esta carne y la aprobación de ayudas económicas que refuercen este mercado. El pasado 13 de agosto, UPA convocó a los cunicultores de siete regiones españolas frente a la sede del Ministerio de Agricultura para pedir soluciones a la crisis del sector, acusando a este ministerio de «dejadez». El Ministerio de Agricultura expresó su «incomprensión» ante esta manifestación porque «la responsabilidad de la inaplicación de medidas ya aprobadas para solucionar la crisis recae sobre las comunidades» que «deben pronunciarse sobre las ayudas programadas desde el ministerio». Para el subsecretario de Agricultura, Manuel Lamela, la crisis se debe «más a una deficiente estructura comercializadora y a la excesiva concentración de la demanda en un número reducido de mataderos que a un exceso de producción o a una reducción de las exportaciones». Desde UPA, Marín sigue criticando al Gobierno por desviar las responsabilidades a las comunidades y asegura que los productores «no pretenden que el ministerio cubra la totalidad de los 40 millones perdidos en este semestre», sino que «acabe con su dejadez y aplique las medidas oportunas para salvar este sector».

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