La Diócesis se ofrece a negociar con la junta vecinal VEGA DE ALMANZA
El Obispado afirma que la junta vecinal no puede vender la iglesia
El obispo de León, Julián López, ha mostrado su sorpresa por la actuación de la junta vecinal de Vega de Almanza sobre la iglesia de la localidad, al igual que el párroco de
La situación de la iglesia en Vega de Almanza ya ha provocado las primeras reacciones en las diferentes partes. Fuentes del Obispado de León han señalado que la decisión de la junta vecinal de subastar el templo no es posible porque «la propiedad de la iglesia no es de la junta vecinal, sino de la parroquia y en última instancia del Obispado. Nadie puede vender algo que no es suyo. Por lo tanto, rechazamos de modo categórico la simple idea de vender la iglesia». También aseguraron que la propiedad de la iglesia en cualquier caso es clara. Las mismas fuentes han asegurado que la noticia causó sorpresa al obispo de León, Julián López, y al párroco de la localidad, que había trasladado recientemente al obispo la lamentable situación de la iglesia. Desde el Obispado también se han criticado las obras llevadas a cabo en el interior del templo, ya que no tenían con el permiso ni con la autorización de esta institución religiosa y han considerado que la Junta Vecinal de Vega de Almanza no tenía ningún derecho a realizarlas. Por otra parte, el Obispado ha confirmado que tanto esta institución como la parroquia van a estudiar la situación creada, para dar una solución que contente a todas las partes. Sin embargo, se ha asegurado que «no se va a obrar bajo la política de hechos consumados», es decir, que la sede episcopal no va acatar lo que la junta vecinal ha hecho unilateralmente. En cuanto a los 12.000 euros de deuda contraídos por la junta vecinal con el albañil que hizo las reparaciones, desde la sede episcopal «se va a abrir la mano» y se quiere entablar conversaciones con el alcalde pedáneo y el Ayuntamiento de Alzama. Los vecinos de Vega mostraron su descontento por lo que consideran un abandono de la iglesia por parte del alcalde de Almanza y el Obispado. Goteras, humedades y una grieta lateral de unos cinco metros son algunas de las deficiencias que tiene la iglesia. Ante la falta de apoyos de las dos instituciones, la junta vecinal había tomado la decisión de subastar el templo para sufragar los gastos. Los vecinos también criticaron la falta de inversiones en la localidad.