El parque nacional será Reserva de la Biosfera en octubre, según la directora

Delgado, que realizó estas declaraciones en una entrevista publicada esta semana por La Nueva España, afirmó que «el Gobierno asturiano se subió al carro en el último momento, porque no tuvo más remedio y porque la Junta se lo exigió». «El Principado mantuvo una postura absolutamente ambigua», sentenció la directora del espacio natural. Hay que recordar que también desde la Junta de Castilla y León se acusó al Principado de reclamar por su cuenta la declaración ante la Unesco. De hecho, la consejera de Medio Ambiente del gobierno castellano y leonés, Silvia Clemente, llegó a decir que el Gobierno asturiano buscaba un «protagonismo inútil», al poner en marcha unilateralmente la candidatura del parque. Una vez superadas las diferencias iniciales, todo hace indicar que la Unesco declare al parque Reserva de la Biosfera. En un principio, se esperaba una decisión del organismo internacional para este verano, una vez que el vicepresidente de la Unesco, el ecuatoriano Wilson Torres, visitara todo el territorio del parque nacional. Sin embargo, los problemas de agenda del director del programa Hombre y Biosfera (MAB) provocaron un aplazamiento, y la Unesco pospuso la decisión hasta el mes de octubre. Ventajas Entre las ventajas que conseguirá el parque nacional si finalmente es declarado Reserva de la Biosfera de la Unesco, se encuentra el reconocimiento mundial a la biodiversidad del territorio, además de los probables beneficios turísticos que experimentará la zona. Además, el objetivo que persigue esta declaración es la de conjugar la conservación de la naturaleza con el desarrollo sostenible de la zona, así como propiciar un equilibrio armónico entre todo el territorio del parque. En este sentido, ha sido imprescindible para poder optar a la declaración la aprobación del polémico Plan Rector de Uso y Gestión que, en la actualidad, se enfrenta a diversos recursos en el tribunal Supremo, uno de ellos presentados por Posada de Valdeón (León). Por lo que se refiere a las restricciones que podría traer consigo la declaración, hay que apuntar la sumisión de las decisiones de los responsables del parque a la Estrategia de Sevilla que, en 1995, estableció las directrices que rigen en las 411 reservas que han obtenido este reconocimiento.