Comienzan los trabajos para abrir un centro de acogida de jóvenes

No hace muchos años, Foncebadón era un cúmulo de ruinas, pese a estar situado en el Camino de Santiago, cerca de la emblemática Cruz de Ferro. Tan sólo dos personas, de la misma familia, habitaban el lugar. En honor a la verdad, las derruidas casas de Foncebadón guardaban un millar de años de historia y, algunas de las construcciones, despertaban interés, por sus elementos de la arquitectura tradicional maragata. El pueblo, en el municipio de Santa Colomba de Somoza, ha sido objeto de distintas actuaciones en los últimos años y, a lo largo de este verano, hasta cuatro grupo de jóvenes habrán pasado por allí para recuperar la casa parroquial, que se destinará a la atención de jóvenes necesitados, bien por carencias familiares o que un día entraron en el mundo de la delincuencia. Según el delegado diocesano de juventud, Gaspar Vega, el edificio que se va a recuperar quedó en ruinas «hace sesenta años», carece de valor artístico y los jóvenes voluntarios se dedican a «descubrir los muros», con la labor de desescombro correspondiente. Hasta el momento, dos grupos de la ciudad alemana de Friburgo han realizado estas tareas -gracias a la aportación económica de Cáritas de la diócesis a la que pertenecen, y ahora han cogido el relevo los jóvenes astorganos, financiados por la Junta de Castilla y León. Finalizados los campos de trabajo -se celebra el tercero y queda un cuarto- el arquitecto, que ya ha elaborado un boceto, redactará el proyecto de unas instalaciones que contarán con unas veinte habitaciones individuales.