Los ediles denunciados niegan en su comparecencia ante el juez los hechos que les imputa el alcalde
El PP y la UPL esperan el archivo de las diligencias por coacciones
Los concejales del PP y la UPL llamados a declarar en el Juzgado número 1 de La Bañeza esperan que se archiven las diligencias emprendidas a cons
Los seis concejales llamados a declarar abandonaron juntos los juzgados de la ciudad
Los seis miembros de la corporación bañezana llegaron a los juzgados a las 10.00 horas ayer, hora a la que habían sido citados, aunque la toma de declaraciones no comenzó hasta cerca de las 10.30 horas, para prolongarse hasta cerca del medio día. En total, los seis ediles invirtieron alrededor de una hora y media en relatar al magistrado suplente del Juzgado número 1 los hechos del 29 de mayo, en que fueron desalojados del despacho del alcalde de La Bañeza, Emilio de la Mata, tras una orden del regidor a tres agentes de la Policía Local para que desalojasen a sus adversarios políticos. Cada uno de los concejales invirtió alrededor de un cuarto de hora en su declaración y abandonaron juntos las instalaciones, poco antes de las 12.00. Según el portavoz del PP, José Manuel Rodríguez, los denunciados negaron que se produjeran coacciones al alcalde y añadió que «sólo pedíamos al alcalde que cumpliera con su obligación» Tergiversaciones Su homólogo del a UPL, Valentín Echevarría, explicó que, en sus declaraciones, los seis concejales «hemos relatado los hechos tal y como ocurrieron. No se produjeron coacciones, amenazas, ni insultos ni nada de lo que, con varios meses de retraso, denunció el alcalde». Echevarría recuerda que el 29 de mayo fueron expulsados de las dependencias municipales en dos ocasiones «porque no quería responder a nuestra petición de que se enviara de forma urgente la renuncia de un concejal, lo que no ha sucedido hoy, cuatro meses después». Según el leonesista, De la Mata «hace todo lo posible por tergiversar y mentir, que es lo que realmente ocurre. Todo lo demás son cortinas de humo». Echevarría considera que las diligencias emprendidas por los hechos «son una injuria a un grupo de personas, porque hay testigos de que no ha habido amenazas ni nada». Echevarría confía en que el caso, emprendido a través del informe policial que el alcalde mandó redactar, se archive: «Siempre hemos tenido la conciencia tranquila, porque ni aquel día ni los siguientes ni en otras ocasiones hemos hecho absolutamente nada. Coacciones hay cuando el alcalde miente descaradamente».