Tradicionales devociones

Los coyantinos vivieron este fin de semana, los días más emotivos del año, rindiendo homenaje a su patrona, la Virgen del Castillo. Un tiempo inestable y la amenaza de lluvias, no fueron disminuyeron las ganas de fiesta, y desde la mañana del sábado, los más pequeños salieron a la calle para disfrutar, un año más, del tradicional desfile de gigantes y cabezudos, que niños y grandes siempre contemplan con ilusión. Uno de los momentos más especiales vividos estos días fue la actuación de Ana María Castillo, soprano, Jesús Lumbreras, barítono, y Francisco de Borja, piano, donde la interpretación de obras tan conocidas de la Zarzuela como Katiuska, deleitaron a un público emocionado el pasado sábado en la casa de cultura. De esta forma, estos músicos de origen coyantino, afincados en Madrid, quisieron corresponder con su extraordinaria voz al pueblo que les vio nacer. Ya por la noche, la reina y damas de las fiestas, la corporación municipal y las peñas, acompañadas de charangas y dulzaineros, recorrieron las calles coyantinas hasta llegar al Castillo, donde, como es tradición, se quemó una gran hoguera que los más intrépidos, sin miedo a las llamas, saltaron al ritmo de la música. A continuación, el cielo se iluminó de magia, luz y color con la quema de una colección de fuegos artificiales en el auditorio del Castillo, continuando la fiesta con verbena hasta altas horas de la madrugada. El domingo amaneció con dianas floreadas y repique de campanas. La carrera de galgos categoría Nacional celebrada en el polideportivo municipal y una sardinada para todos obsequiada por la organización del acto divirtieron a los más madrugadores. El momento más esperado por los coyantinos y de máxima devoción, llegó a las 13:00 horas cuando encabezados por el alguacil y la policía local, vestidos con sus trajes de gala, la corporación municipal, reina y damas de las fiestas vestidas con trajes regionales, peñas y asociaciones culturales, realizan la ofrenda del Cirio a la patrona de la ciudad Nuestra Señora la Virgen del Castillo Viejo, en la Iglesia de los Padres Agustinos, mientras la Banda Municipal de música interpreta el himno en su honor. Durante la tarde, continuaron las actividades programadas, con tenis de mesa en el jardín de los patos y baile en la Plaza de Santa María amenizada por el grupo Tricolor.