LOS BARRIOS DE LUNA
Zurrones pasados por agua
Es la comarca de Luna la que más pastos naturales tiene de toda la provincia. El verde de los prados es precisamente el que ha hecho de la zona un lugar perfecto para que paste el ganado. Pero el verde se consigue a base de a
Llover, llovió a cántaros. Pero está claro que la cita de la Fiesta del Pastor es un evento de carácter tan popular que poca gente quiere perdérselo. Cientos de personas se protegían ayer de la lluvia bajo los paraguas paseando por el pueblo de Los Barrios de Luna y el parque de la Confederación Hidrográfica del Duero. Justo a los pies del impresionante muro de la presa del embalse al que da nombre la localidad. Sin embargo, allí nadie se arredraba. Pese a que algunos protestaban por el mal tiempo diciendo bajo los soportales de algún bar que «la lluvia nos deslució el festejo» otros, -como el pastor mayor de la fiesta, el sacerdote y abogado Luis González Morán- aseguraban que «es tan importante la cita que ni la lluvia le quita la vitola de día de fiesta». Y es que Los Barrios de Luna se llenó de puestos con todo tipo de enseres y viandas, recordando a todos que este tipo de ferias festivas eran, por tradición, el momento para ir recopilando lo necesario para pasar el invierno. Un pastor agradecido Luis González Morán se encargó de oficiar la eucaristía junto a su hermano, también sacerdote. A la salida del acto religioso el ya doble pastor -de honor y de almas- agradeció al Ayuntamiento de Los Barrios de Luna el honor que le había sido concedido. «Para mí, esto es como revivir mi infancia. Mis padres eran de aquí, aunque yo nací en León, pero me siento enormemente a gusto con este homenaje porque en ralidad entronca con la niñez de uno. Por eso, cuando me notificaron lo de ser pastor mayor yo acepté encantado», explicaba González. El sacerdote mostró un amplio conocimiento de la comarca de Luna, alabando sus «amplios pastos naturales, los más grandes de la provincia». Además, animó al Ayuntamiento a seguir «trabajando por recuperar y mantener vivas las tradiciones», aunque recordó que «muchas de esas cosas están embebidas en las costumbres actuales, pero la gente no se da cuenta de eso». Eso sí, a Luis González Morán lo que más feliz le hizo es «que aquí hoy, conmigo, se ha quebrado el refran de que nadie es profeta en su tierra».