Volver a nacer

El puente de Carlos Fernández Casado, conocido popularmente como el puente del pantano, se convirtió ayer en el escenario de un espectacular accidente de tráfico. En el kilómetro 57 de la autopista que une Asturias con León, dentro del término municipal de Sena de Luna, un vehículo atravesó la mediana de la autopista. El coche fue cruzado de lleno por la valla que separa los dos sentidos de circulación. El conductor y único ocupante del vehículo, L. L. M, de 28 años, quedó atrapado entre el amasijo de hierros en que se convirtió su coche, un Megane Coupe matrícula VA-1205-AJ , tras el impacto. En pocos minutos acudieron al lugar del siniestro los bomberos de León así como varias patrullas de la Guardia Civil. El conductor del vehículo, que no perdió la consciencia en ningún momento, hablaba constantemente a los agentes. Tras el impacto, el asiento del conductor se inclinó hasta alcanzar casi la completa horizontalidad, de forma que, cuando la mediana atravesó el coche lo hizo justo por encima de L. L. M, que resultó herido grave. Los bomberos cortaron rápidamente el techo del vehículo para que los servicios de emergencia rescatasen al herido que, entre otras cosas, se dañó gravemente la pierna. Un helicóptero del servicio de emergencia del 112 aterrizó a pocos metros del siniestro, justo antes del desvío de la autopista hacia Villablino. El herido fue trasladado al Hospital de León. Según fuentes de la Guardia Civil de Tráfico, su estado es de pronóstico grave. El tráfico estuvo cortado de forma intermitente en un sólo sentido (León-Asturias) desde las once y diez, hora en que se produjo el accidente. Dos horas después una grúa retiraba los restos del vehículo siniestrado. Los viajeros que se desplazaban desde León en dirección a Asturias permanecieron fuera de sus coches hasta que se reanudó la marcha. Algunos operarios de la autopista les informaron del accidente así como del estado del conductor. El tiempo de espera sirvió a los viajeros para observar la situación del pantano de Barrios de Luna, que este año ha registrado uno de sus índices más bajos. Algunos de ellos se aventuraban a identificar alguno de los nueve pueblos que quedaron sumergidos bajo el agua. La mediana pasó esta vez por encima. La muerte, también.