La adaptación del plan urbanístico al PRUG costará 30.000 euros

La decisión del Ayuntamiento de Posada de Valdeón de modificar el ordenamiento urbanístico local procede de un acuerdo plenario tomado a finales del pasado mes de mayo, pocos días después de la entrada en vigor del Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional de los Picos de Europa y obedeciendo a lo regulado por la Ley de Conservación de Espacios Naturales, que modula la competencia municipal en esta materia. Con esta modificación, la actual corporación pretende adaptar la normativa local a la actual Ley de Urbanismo vigente en la comunidad autónoma que entró en vigor en 1999, poco después de ser aprobadas las normas locales. Además, se pretende adecuar «el ordenamiento urbanístico a la realidad de los cascos urbanos», según manifestó el alcalde de Posada, Luis Ángel Alonso, refiriéndose a la serie de anomalías reflejadas en el actual ordenamiento. Entre estas deficiencias, está la falta de definición de la tipología de las construcciones, la falta de espacio libre auxiliar para aparcamientos o acampada, alineaciones inexactas, falta de previsión en la dotación de equipamiento relacionados con el parque, como el centro de visitantes, o la insuficiente especificación de los condicionantes estéticos, calificado de «fundamental en un lugar turístico que, además, es parque nacional» por Alonso. La decisión, a pleno El ayuntamiento ha solicitado la colaboración económica tanto de la Diputación como del parque nacional para acometer este proyecto de adecuación, cuyo coste ronda los 30.000 euros y cuya puesta en marcha espera simplemente el acuerdo municipal que, con toda seguridad, será tomado en el próximo pleno. «Algunas de las medidas derivadas del nuevo plan de urbanismo pueden resultar impopulares, pero es necesario que el municipio cuente con una normativa seria y definida», manifestó Alonso, quien afirmó que ya existen en el ayuntamiento varios expedientes de infracción urbanística, algunos de los cuales es más que posible que finalicen con la obligación de demoler la obra. En la actualidad, muchas de las construcciones típicas del interior del parque nacional se están viendo remozadas con obras que consolidan su aspecto original. Así se está cambiando la uralita por teja o el acondicionamiento de la piedra, beneficiándose sus propietarios de las ayudas públicas dirigidas a las áreas de influencia socioeconómica incluidas en los parques nacionales, organismo que se encarga de supervisar la correcta ejecución de las obras.