Un proveedor destapó el fraude y dijo al juez que engordó facturas

El fraude que llevó al banquillo de los acusados al empresario Gumersindo Blanco fue destapado por Jesús García, un proveedor de maquinaria a la empresa Sindo Transportes y Excavaciones. Ese trabajador formuló una autodenuncia en Asturias el 27 de abril de 1998, reconociendo que había engordado facturas e, incluso, que había emitido algunas totalmente falsas por orden de Blanco mientras trabajó en la compañía desde 1994 al 97. Sus declaraciones originaron un procedimiento abreviado en el juzgado de Instrucción número 10 de Oviedo y la Inspección Tributaria comenzó, al conocer los hechos y de motu propio, una investigación de la sociedad asentada fiscalmente en Otero de las Dueñas. Desde el Principado, la investigación tributaria pasó a manos de la agencia de Valladolid que sospechó que, además del proceso judicial contra Jesús García por falsificación en documento mercantil, el empresario Gumersindo Blanco podía verse envuelto en una defraudación tributaria. El asunto llegó, después, al juzgado de lo Penal número 2 de León. En el juicio oral, Jesús García reconoció el fraude y aportó una relación documental de las facturas falsas y engordadas. Según explicó, Blanco extendía cheques por el importe total de las facturas ficticias, le acercaba hasta el banco para que las cobrara y devolvía el importe a Sindo, que recuperaba de ese modo el dinero, salvó la parte correspondiente a las facturas engordadas y su iva. Nueve meses de cárcel La jueza, en su sentencia, da total credibilidad a esa versión, negada por Blanco. Condena, no obstante, a García a nueve meses de prisión por considerarle autor de tres delitos de falsificación. Al carecer de antecedentes penales, el proveedor no tendrá que ingresar en la cárcel.