Condenan a un empresario a catorce años de cárcel por evadir impuestos

En una condena sin precedentes, el juzgado de lo Penal número 2 de León ha impuesto una pena de catorce años de prisión al empresario gallego Gumersindo Blanco, al que considera responsable de siete delitos contra la Hacienda Pública cometidos entre 1994 y 1997. La jueza considera probado que el administrador de la compañía Sindo Transportes y Excavaciones S.A., constituida el 15 de diciembre de 1986 con domicilio fiscal en la localidad de Otero de las Dueñas, dejó de satisfacer más de tres millones de euros (515 millones de pesetas) de iva y del impuesto de sociedades. También señala en su sentencia que Jesús García efectuó para Blanco diversos trabajos durante esos cuatro años y que, a petición del empresario gallego, emitió facturas ficticias y otras, en las que correspondiendo a trabajos efectuados, hacía constar un importe superior al real, «quedándose con el iva tanto de las facturas falsas como de las engordadas». Una operación que pudo repetir con hasta 17 autónomos y empresarios diferentes. La sentencia indica que en 1996 el fraude alcanzó su mayor apogeo con emisión de facturas falsas de 31.737.148 pesetas más cinco millones de iva, mientras las engordadas fueron de 1.149.000 pesetas. Entre sus trabajos, retiró escombros en el túnel del Negrón de la A-66 y efectuó transportes a través del Huerna. Aunque el abogado defensor de Blanco alegó que algunos de los delitos habían prescrito, la jueza no ha considerado que estuvieran fuera de plazo. La sentencia hace especial referencia a los contratistas que colaboraron con Sindo Transportes y Excavaciones, cuyas cuentas están poco claras. Un ejemplo, Álvaro V.P. trabajó como transportista para Sindo. Al repasar sus facturas resulta que su jornada laboral tenía que ser de 19 a 24 horas al día, algo imposible para la jueza. Nunca repostó en gasolineras cercanas a la autopista del Huerna, que sí utilizaba, no ingresó las cantidades que cobraba y los servicios tributarios entendieron que sus trabajos facturados a Sindo no se corresponden con los prestados en realidad. La jueza del Penal número 2 considera que Gumersindo Blanco «ideó un plan». El plan de fraude Actuó «con la colaboración expresa de los proveedores, quienes se prestaban a facilitarle las facturas y a cobrar y devolverle el importe de los talones y pagarés emitidos con forma de pago, para en unos casos emitir facturas falsas -pues no se correspondían con verdaderos servicios realizados y recibidos-, y en otras engordarlas». Todo ello, con «ánimo de reducir los beneficios de su actividad económica en los ejercicios del 94 al 97 y pagar menos impuesto de sociedades, tener más iva soportado y pagar menos en las liquidaciones trimestrales del iva, en perjuicio del Tesoro Público», ya que, según la sentencia, la mayoría de los proveedores que colaboraron en la emisión de las facturas eran empresarios en módulos, «por lo que la mayor facturación no les producía aumento de pagos por los impuestos directos ni por el iva», aclara.