El PP obliga al presidente provincial a anunciar que no irá en ninguna lista

Díez, a quien nadie le preguntó en el pleno de ayer sobre su futuro, sorprendió a todos y puso fecha a su marcha porque está «saturado» de la forma de hacer política en la Diputación. «Yo no he pedido nada a la política, ni espero nada de la política, ni pido nada a la política», afirmó el presidente de la Diputación. Durante los últimos tiempos, Díez mantuvo varios enfrentamientos con la mayoría de sus compañeros en el equipo de gobierno y la dirección del PP leonés en diversos asuntos, como la elaboración de los presupuestos de la institución para 2002 y su deseo de recurrir en el Tribunal Constitucional la Ley de la Comarca del Bierzo. Asimismo, el pasado año denunció ser víctima de un chantaje por parte de un «aparato» dentro de su partido después de que la UPL difundiese la existencia de unas facturas de la Gerencia de los Servicios Sociales en León, que dirige la esposa del presidente, y que, según Díez, fueron filtradas al partido leonesista por algunos responsables de la Delegación Territorial de la Junta en León. Estos escándalos, junto a otras polémicas que se han ido sucediendo en el seno de la institución que preside José Antonio Díez, ya habían motivado que la dirección provincial del PP tomara la decisión de no presentar al presidente provincial en ninguna lista de cara a las próximas elecciones municipales. Contra su partido De hecho, en el día de ayer el presidente de la Diputación volvió a votar en contra de la mayoría del grupo político del PP. En esta ocasión, el punto de la discordia fue la votación de una propuesta en la que se pedía al Gobierno autonómico la «devolución de ingresos indebidos» en concepto de la estancia de pacientes en el centro psiquiátrico de León, que fue aprobada con los votos a favor de diez diputados populares y de la oposición. Díez se abstuvo junto a dos diputados fieles, Evelio Castaño y Julio González. El resto de la corporación provincial aprobó la petición de los gastos a la Junta. Los partidarios de la propuesta consideraron que, después de que la Junta asumiese las competencias sanitarias a comienzos de 2002, debería devolver el dinero transferido por la Diputación, que hasta entonces costeaba estos gastos, en concepto de estancias de pacientes en este centro en lo que va de año, por importe de algo más de un millón de euros. Pese a admitir que la Diputación asume en solitario desde hace años «gastos impropios» en materia de asistencia a enfermos psiquiátricos, el presidente argumentó que estos costes deberían ser financiados por la Junta, pero también por la Diputación en respeto a su «tradición de apoyo a la beneficencia». Díez se mostró sorprendido de que ningún representante del equipo de Gobierno defendiera este punto y anunció su abstención como un «ejercicio de coherencia». «Enfermos en la calle» El presidente provincial también recordó a los representantes de PSOE y UPL que en su día «propusieron dejar a los enfermos mentales en la calle», al apostar por que la Diputación dejara de financiar este servicio.