Dicen estar «hartos» después de reclamar durante años a Educación numerosas mejoras sin resultado ASTORGA
Los padres del colegio Cosamai amenazan con paralizar el centro
La asociación de padres de alumnos (Apa) y los padres del consejo escolar del colegio público de educación especial Santa María Madre de l
Los padres consideran que la situación actual deriva de que cada vez los niños atendidos padecen discapacidades más graves que requieren un cuidado individual y más especializado, ya que la política del Ministerio de Educación pasa por integrar en colegios convencionales a los menos afectados que, hasta hace unos años, eran los usuarios tipo de estos centros. Por ello, creen que el personal y la organización están concebidos para otro tiempo, y proponen medidas que, en su mayoría, no tendrían consecuencias económicas, dicen. Así, los padres demandan un segundo fisioterapeuta, ya que «el noventa y cinco por ciento de los alumnos precisan de este servicio», y el profesional existente «es compartido por el colegio y el aula de estimulación infantil, a la que acuden los niños no escolarizados», señalaron Miguel Ángel Rojo, presidente del Apa, y los miembros del consejo escolar Rosa María Calderón y Antonio Fernández. Además, demandan un orientador ya que el colegio «comparte los psicólogos, que van unas horas al día, con otros centros públicos convencionales de la zona, y precisamos un servicio permanente, para el trato con los niños, y la orientación a los profesores y los padres», señalaron. También reclaman la reorganización de «la descompensación de los profesionales, ya que hay niños que necesitan una persona que los atienda constantemente mientras otros pueden permanecer en grupo bajo supervisión de un único profesional», apuntaron. Transporte La Apa y el consejo exigieron también una solución urgente para el transporte hasta el colegio «de una niña parapléjica cerebral ciega, que padece ataques cada poco. Necesita oxígeno y el transporte actual no está adaptado para ella, por lo que todos los días la trae su madre desde La Bañeza», indicaron. La lista de reclamaciones incluye también la adaptación de los baños que «no están preparados para las sillas de ruedas ni para los niños con problemas motores aún más graves, y carecen de duchas» habilitadas para este tipo de personas. Se da la circunstancia de que los propios padres tuvieron que «precintar algunos azulejos rotos, porque había peligro de que los pequeños se cortasen», aseguraron, añadiendo que el mobiliario y los servicios «son los mismos que hace 30 años, cuando el centro estaba concebido para alumnos con un grado de afectación ni comparable con los de hoy día». Los padres también piden actividades de hidroterapia, extraescolares y musicales, que consideran idóneas para el tratamiento de los alumnos. Rodríguez, Calderón y Fernández lamentaron que «las autoridades educativas no se han dignado venir para comprobar las necesidades del centro, que funciona por la buena voluntad de la gente», dijeron. Mientras, Fernández dijo tener la sensación de que «el director provincial de Educación, Santiago de Viu, y el inspector Victorino Madrid, no conocen este problema. Ya que no saben y no hacen, que dejen hacer a quien sabe y quiere», pidió.