El tren, el azúcar y el lino industrializaron el Órbigo

La charla ofrecida el pasado sábado en el Circulo Cultural de Veguellina de Órbigo por José Antonio Martínez Reñones puso de manifiesto varias peculiaridades que han diferenciado del resto de la comarca a Veguellina, y en concreto al Barrio de la Estación, que aún hoy conserva estos elementos identificadores. El tren supuso un revulsivo de prosperidad y crecimiento para Veguellina, lo cual la situó como punto de referencia para el comercio y el tránsito de mercancías para toda la ribera del Órbigo. El tren llega a Veguellina en el año 1882, y poco tiempo después, al final de la década de los noventa del Siglo XIX, y coincidiendo con la debacle Española de la perdida de las ultimas colonias en ultramar de las que venía el azúcar de caña, se instala a Sociedad Azucarera Leonesa para elaborarla con remolacha. Inicia su primera campaña de molturación en 1900-1901, con algo más de 1.000 obreros entre la plantilla y los temporeros. Además se establece en los comienzos de los años treinta del siglo XX una industria de transformación del lino traída por una familia catalana, que instala esta industria en el barrio de Buenos Aires. Su actividad, aunque intensa, fue efímera, pues duró apenas diez años, ya que la abocaron al cierre un voraz incendio y el final de la II Guerra Mundial, con la llegada de nuevos tejidos y técnicas de hilado. En palabras de Reñones todo esto hace de Veguellina que sea la zona con mas masa obrera de toda la comarca del Orbigo, lo cual no pasa desapercibido para las autoridades que con motivo de la Revolución Asturiana del 1934, ponen al pueblo en prevención de altercados y desordenes bajo custodia de la Guardia Civil. Veguellina se convierte en una zona de destacada confrontación política en los años de entreguerras, años 20 y 30 del pasado siglo XX, al ser un núcleo activo del socialismo.