Verano de libros

Querido hermano: Sobre la visita de la Doña he recibido algunas reconvenciones; Burgos se ha comprometido a desvelarme los millones que la Junta ha dejado en Astorga; por su parte, Isidoro meditaba, en voz alta, sobre la conveniencia, o no, de la visita anunciada. Como bien sabes lo más fácil es matar al mensajero, porque según él se ponen trabas a tal venida. Y nada más lejos, querido. La deseamos, aunque escamados pongamos en duda la eficacia de tal visita, visto, hasta ahora, el comportamiento con el polígono industrial de Astorga. Que venga, que nos saque de dudas, que reactive el polígono, y los mensajeros seremos Santo Tomás, metiendo el dedo en la llaga intercostal. Dicho lo cual, por si andas despistado, que los veranos te «avientan» demasiado, quiero informarte de la gran cosecha literaria de estos meses veraniegos por Astorga y sus aledaños. Fue un estío seco, pero fructífero al cien por cien, acaso debido a la salida de Nuestra Señora de Castrotierra, que dicen nuestros labrantines es milagrosa, pues sin agua da cosecha. En lo literario han acertado Después del retrasado «Bicentenario del Seminario» en edición bien cuidada vinieron, tal como si de cerezas se tratara, «El Obispado de Astorga en el siglo XIII», un logro del Marcelo Macías, animado por los de Ponferrada, Benavente y Valdeorras. De las orillas del Duerna, apoyado en el Lobo Sapiens, y la ilusión de Marifé Santiago, brotó el «Libro de Boisán», junto con la última novela de Marifé. Los de la Cepeda, por su parte, con el libro «La Cepeda y los Reyes» salvaron milagrosamente, en facsímil, el viejo documento de Quintana del Castillo que, como decía el abuelo, crió patas en su seguro cobijo del Archivo Histórico Provincial. Libro se hicieron los «Versos a Oliegos» que una gavilla, de cuerdos lunáticos, dictó en plenilunio desde Morriondo para recuerdo del «no pueblo». Con el 150 aniversario de Gaudí, en torrente llegaron «Soñando en Piedra», «El legajo de un sueño» y «Gaudí para jóvenes», donde hilvanaron sus escritos y creaciones Fernando Huerta, Manuel Arias, María Jesús Alonso Gavela, Escarpizo y Sendo. Entre tanto El Faro recuperó la memoria de Santiago Alonso Garrote con la delicia de sus "Astorganerías", paradigma del periodismo que se practicaba hace un siglo en nuestra ciudad. Y si de periodismo hablamos, hermano, acabamos de presentar «Amarás a tu tierra», de ese veterano periodista, híbrido de paramés y cepedano que es Afrodisio Ferrero; libro recopilatorio, escrito con el corazón, directo, sincero, ilusionante, lúcido, revelador, y en algún momento premonitorio. Con este libro nace la editorial «Unión Leonesa», que desea unirse al concierto provincial, con el afán de promocionar nuestra tierra y nuestras cosas. Finalizo la relación porque acaban de entregarme, como obsequio del marqués de Ayamonte, que sabes es descendiente del marquesado de Astorga, una «Miscelánea histórica», en la que buena parte está centrada en el torreón de Turienzo de los Caballeros, pudiéramos decir matriz del marquesado. Precisamente, esta parte la dedica el marqués a la memoria de nuestro querido José Antonio Martín Fuertes. A quien en quince días, más o menos, se le rendirá otro homenaje en esta ciudad con el número 21 de «Astórica», así como me han dicho de otro libro, también homenaje, que tiene a punto la Universidad leonesa. Así que, ha sido un verano pródigo y prodigioso en libros, de los que algunas hojas, como si de «seruendo» se tratara llegarán bien avanzado el Otoño, como unos «Puemas cepedanus» y la historia del «Real Monasterio de Santa María de Villoria». Aquí, en esta habitación «forrada», lugar de reposo, los tienes a tu disposición, sin préstamo para que no ocurra aquello de «quien presta un libro...». Abrazos.