Dos inspectores visitaron ayer el centro, conocieron sus necesidades y saludaron a los alumnos
Educación acepta las peticiones de los padres para el colegio Cosamai
La dirección provincial de Educación asumió ayer la práctica totalidad de las reivindicaciones de los padres del colegio público de educación especial
La situación generada a raíz de la publicación en este periódico de un artículo en el que los padres amenazaban con paralizar el colegio si no se atendían sus reivindicaciones entró ayer en vías de solución. La visita de los inspectores Victorino Madrid y Andrés Juan derivó en avances para la instalación en el centro de un comedor y la adaptación de algunos baños. «Los padres pediremos presupuestos para ambas obras», confirmó ayer Rojo, que señaló que ya existe ubicación elegida para el comedor permanente, y que los baños incluirán una ducha y aseos para sillas de ruedas. Las peticiones de reorganización del personal y de dotación de un segundo fisioterapeuta quedaban ayer por la mañana pendientes de una reunión de profesores para evaluar las necesidades y disponibilidades, indicó Rojo, que precisó que los padres insisten en la incorporación de dicho profesional, aun a tiempo parcial este año, con vistas a la llegada en próximos cursos de nuevos alumnos con discapacidades graves. Sin embargo, Educación concedió la incorporación de un orientador, y la creación de un módulo de garantía social en el que los alumnos mayores de 18 años, que hasta la fecha abandonaban el centro, serán preparados durante dos cursos para la vida en sociedad por los maestros de taller, que reciclarán así sus aptitudes profesionales, dado que las graves minusvalías de los alumnos actuales limitan sus funciones. Además, el cambio de horario solicitado por los padres queda supeditado a los criterios del centro, y el transporte para una alumna, pendiente de la obtención de los permisos pertinentes para llevar un equipo de oxígeno en el vehículo, dijo Rojo. Los padres permanecerán a la expectativa, y esperan confirmación por escrito de estos compromisos y un diálogo más fluido con Educación, así como mayor flexibilidad de Diputación, propietaria del inmueble, para conceder obras de mejora del centro.