Conde denuncia la «triste» realidad de León ante la escasa creación de puestos de trabajo
El coordinador general de IU en Castilla y León, José Luis Conde, denunció ayer la «triste realidad» de los efectos de política de empleo del Partido Popular en la región. En este sentido insistió que tan «sólo» se han conseguido crear 30.000 puestos de trabajo desde 1990 a 2001, lo que «ni siquiera supone un puesto de trabajo de media por día y provincia». El coordinador general de Izquierda Unida recordó en una rueda de prensa que, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), en Castilla y León se han creado una media de 2.750 empleos por año desde 1990 a 2001, lo que supone una media de ocho puestos de trabajo diarios, «con independencia de que se traten de contratos temporales». Política errónea Conde criticó que «algo falla» en Castilla y León, teniendo en cuenta que «tenemos mano de obra cualificada, los salarios son más bajos, hay subvenciones, polígonos industriales más o menos aceptables y unos costes laborales por debajo de la media». El dirigente de Izquierda Unida expuso que, según datos de la última EPA, en Castilla y León hay 1.023.000 personas activas frente a 1.114.000 sin trabajo. Denunció asimismo la pérdida de población «en progresión geométrica» de unos 50.000 personas en los últimos cinco años, y auguró que, a este ritmo, en las próximas tres décadas perderemos medio millón de habitantes. El decretazo Este es el contexto, en el que, según Conde, se enmarca el real decreto aprobado por el Gobierno central sobre el seguro de desempleo, un «decretazo» al que la coalición se opone frontalmente y «exige» que sea retirado. Para ello, IU «no hará convocatoria de huelga a título propio, pero apoyará las que convoquen los sindicatos», como la manifestación y concentración prevista en Madrid para el próximo 5 de octubre. A esta concentración acudirán varios autocares desde la provincia de León que mostrarán su rechazo a la reforma laboral emprendida por el Gobierno del Partido Popular y que cuenta con el rechazo de los sindicatos desde el principio.