El Idae y el Eren aportan 180.000 euros para los proyectos de ésta y otra en Sanabria con residuos forestales
Omaña tendrá en dos años una planta de biomasa para generar electricidad
El Estado y la Junta estudiarán la «viabilidad» de la instalación de dos plantas piloto de generación eléctrica con biomasa en las coma
Para efectuar los estudios «globales», el convenio contempla una inversión de 180.000 euros, aportados a partes iguales por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idae) del Ministerio de Economía, la Consejería de Medio Ambiente y el Ente Regional de la Energía de Castilla y León (Eren), dependiente de Industria. Folgado explicó que se prevén «dos proyectos pilotos de biomasa forestal» en la comunidad, para cuya ejecución en su «integridad tenemos dos años». Posteriormente, la consejera de Medio Ambiente desveló que los estudios se centrarán en la viabilidad «cuantitativa y cualitativa» para la ejecución de estas dos plantas en las comarcas de Omaña y Sanabria, «para dar salida a un subproducto forestal, que es el rebollo, que no tiene salida comercial». Aunque Silvia Clemente precisó que no se conocerá el punto concreto o el municipio hasta que el estudio que se elabore lo determine. Explicó que el Plan de Prevención de Incendios, concretamente el denominado Plan 42, aprobado por el Consejo de Gobierno el pasado 10 de enero, que extenderá su actuación en seis años y afectará a 104 municipios de León y Zamora, «comprometía» el estudio de dos plantas de biomasa a partir de restos forestales en estas dos provincias. Folgado explicó que este convenio contribuirá a la consecución de los objetivos marcados por el Plan de Fomento de las Energías Renovables, que establece que dichas fuentes, en el año 2010, cubran un 12% del consumo de energía primaria en España. El desarrollo de la biomasa supone el 63% de los objetivos globales de este plan, correspondiendo a Castilla y León una contribución del 27%, en lo que se refiere a biomasa y el 17% del total de los objetivos para las diferentes fuentes de energías renovables. Folgado y Clemente recordaron que el aprovechamiento de la biomasa contribuye a la diversificación energética y a la mejora del medio ambiente, permitiendo además el desarrollo rural mediante la generación de empleo en los sectores forestal y agrícola. En este sentido, apuntó, «no entendemos la biomasa sólo como una limpieza de bosque, sino también desde el punto de vista agrícola». Empleo, recursos y ubicación Lo primero que evaluará es el potencial. En el caso de León, según la consejera Silvia Clemente, se ha decidido que sea Omaña -con área de influencia sobre las comarcas colindantes- por los recursos forestales existentes. Además, se evaluarán aspectos como los de producción de biomasa forestal, sistemas de gestión del recurso que se necesitan y la generación de empleo que acarreará. Así mismo, el estudio determinará los recursos de financiación y ayudas que la Junta destinará a la gestión de la biomasa, a la realización de tratamientos selvícolas y a aprovechar los montes, para conocer el abastecimiento garantizado que existe. También se financiará el estudio técnico y económico de viabilidad y las necesidades de inversión. Aunque se anuncia que el Idae y el Eren participarán como socios minoritarios Incendios y zonas deprimidas Silvia Clemente recalcó que este proyectos se enmarca en el Plan 42 de gestión forestal, en su política de aprovechamiento de montes para generar riqueza y en la lucha contra los incendios; Zamora y León son las provincias con más siniestros. Además, se pretende dar salida a los residuos de los tratamientos selvícolas que se realizan «para que las masas forestales evolucionen correctamente y en el futuro el aprovechamiento maderero sea el óptimo». «Si conseguimos este aprovechamiento económico» de la biomasa «las personas que viven en el medio rural tendrán la necesidad de mantener y de trabajar en los bosques para conseguir un rentabilidad económica. Conseguimos de esta manera también la fijación de población a través de empleo en el medio rural en las comarcas forestales que más lo necesitan». Hizo hincapié en que el beneficio es múltiple, tanto en lo ecológico como en lo económico. Clemente desvinculo el proyecto de Omaña del que en su momento se planteó desde Laciana. Sí recordó su cercanía y la necesidad de generar empleo en zonas deprimidas como estas. Tampoco se relacionan con los de residuos agrícolas del Órbigo y el Páramo.