El Páramo, toda una tierra con miras de futuro

Nunca puede olvidarse de donde vinimos, ni aquello de lo que manamos, porque peor o mejor eso forjó nuestro destino. El Páramo, como seña de identidad de muchas gentes que sólo tuvieron la oportunidad de labrarse su futuro con la fuerza de sus manos, es hoy una tierra que mira al frente. Que camina, que tiene proyectos, que hoy construye su mañana. Este fue el punto que subrayó Emilio Gancedo en la charla que dio en Villadangos del Páramo. Pero hubo muchas otras anécdotas rescatadas del polvo, muchas señas de identidad que no murieron en la memoria de todos los vecinos que acudieron a la conferencia. Aspectos como el cambio radical que después de los años 50 se produjo en el paisaje, la fisionomía y los parameses. Después de aquella fecha se hizo más patente la unidad y la necesidad que unos tenían de otros. Por eso, en el Paramo, sólo tienes que recorrer seis kilómetros para cambiar de pueblo. «La llegada del agua, ese maná tantas veces anhelado convirtió al Páramo en esa comarca agrícola que abandonando sus nostalgias, comienza hoy su siglo XXI», por que para Gancedo el Páramo ya no mira para atrás.