Los «peros» de Arvizu al circuito

Decía, con muy mala uva, por cierto, el presidente del PSOE en Castilla y León, Ángel Villalba, en la rueda de prensa que ofreció el viernes en La Bañeza, que «el señor Arvizu sólo ha demostrado estar al corriente de sus obligaciones religiosas», en referencia a la iniciativa que defendió sobre el circuito de velocidad. Quizá, «lo del señor Arvizu», como dice Villalba, sea ignorancia, un no saber no culpable, ese mismo que perdona la Iglesia, porque lo que es en La Bañeza no hay quien perdone al procurador sus dos intervenciones con respecto al trazado. En primer lugar, porque las objeciones que puso al circuito de velocidad no obstaculizan la designación de La Bañeza como sede del circuito de la autonomía y, por otra parte, porque, si el procurador apunta tan alto en la categoría de las instalaciones, debería exigir plazos e inversiones al Gobierno de su propio partido. No es el caso. El PP propone que la Junta apoye «la construcción de un circuito de velocidad en Castilla y León para pruebas motociclistas, valorando especialmente la opción de la localidad de La Bañeza». Es decir, que, en caso de que el Ejecutivo de Herrera decidiera hacer la infraestructura, se mire la tradición -casi medio siglo- de la ciudad y su situación estratégica en lo que a comunicaciones por carretera se refiere. En su primera intervención, Arvizu, procurador por León, señaló que la reivindicación del circuito ha recibido «un trato muy sensacionalista» en los medios «e incluso en la ciudad, donde las opiniones se desbordaron, formulándose reproches con poco o ningún fundamento». En todo caso convendría matizar ambos puntos, ya que el 11 de mayo se vivió en Valladolid la movilización bañezana más grande de su historia y no es amarillismo recoger el clamor. En cuanto a las opiniones de La Bañeza, se fundamentan en esas cinco mil personas que acudieron a la marcha. Arvizu se apoyó además en «la ausencia de un proyecto que merezca el nombre de tal», quizá porque, aquí radica su ignoracia. El consejero de Educación, Tomás Villanueva, aún está pendiente de recibir al Moto Club y la consultora HCC, tras su petición de entrevista de finales de julio. En este aspecto, patinaron en su día el alcalde de La Bañeza y el presidente del Moto Club, cuando dijeron que los estudios estaban terminados, para matizar, días más tarde, que «aún faltan unos flecos» y lo que pretendían era mostrar el compromiso de la iniciativa privada con el proyecto. En todo caso, el procurador popular patina cuando se basa en el estudio preliminar de HCC y en uno anterior realizado por el Moto Club, con muy buena voluntad, pero sin el saber hacer de la consultora, que gestiona el Jarama y ha elaborado el plan director del Circuito de Albacete. No es mal currículo, al menos, en apariencia. Otros argumentos de Arvizu son la imposibilidad de celebrar un gran premio de Fórmula 1 o una prueba del Campeonato del Mundo de Motociclismo, la dificultad de organizar competiciones del mundial de superbikes y el déficit que generan las de ámbito europeo o nacional.